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Kepa RUIZ DE EGUINO
El Mercado de Agurain
Es el rey Alfonso X de Castilla quien cambia en el año 1256 el nombre de Hagurain por el de Salvatierra otorgándole el título de Villa, según pergamino que se guarda en el Archivo Municipal de Agurain, en dicho Privilegio Real se le acreditan las franquezas (fueros) de Vitoria y se le concede celebrar mercado el martes de cada semana a la manera que los de
Vitoria.
Desde la citada fecha de 1256, en que se autoriza dicho mercado, ha venido celebrándose en las plazas de esta Villa, salvo algunos periodos, hasta la actualidad.
El día de Santiago, el mercado más concurrido del año, ya de cara a la recolección del cereal acudían los segadores para ajustarse con el fin de realizar su trabajo, durante la siega y la trilla, los mercados dejaban de celebrarse hasta el primer martes de Septiembre.
FERIA DE OCTUBRE
La Feria de Octubre, que a veces creemos tiene el mismo origen que los mercados, no fue concedida a la Villa hasta el mes de Enero de 1395 casi 140 años después.
El pergamino dice así, “una feria la cual es mi merced y mando que se haga de cada año en el mes de Octubre y que dure ocho días…”
En las plazas de San Juan y Santa Maria se exponían los granos y otros objetos para comerciar, en la plazoleta de Las Monjas el ganado de cerda, en el prado de la iglesia de Santa Maria el ganado vacuno, mular y caballar y en el juego de pelota el lanar.
En el año 1858 el Ayuntamiento, considerando excesiva la duración de ocho días, tomo el acuerdo de reducirla a cuatro.
Se sabe que por algún tiempo la feria estuvo suspendida, perdiéndose con ello el derecho a celebrarla, en el año 1853, previa solicitud del Ayuntamiento, la reina Isabel II concede su reinstauración, por Real Orden del Ministerio de Fomento, para la primera semana de Octubre en su integridad, se anuncia la feria en los Boletines Oficiales de Álava, Guipúzcoa, Navarra, Vizcaya, Burgos, Logroño y Zaragoza.
LA FERIA Y MERCADO DE SALVATIERRA AGURAIN
En el año 1256 el rey Alfonso X, el Sabio fundaba un buen número de villas a lo largo de la geografía vasca, como son los casos de Salvatierra, Corres, Santa Cruz de Campezo, Contrasta y Peñacerrada en Alava,; y de Segura y Tolosa en Gipuzkoa. A este mismo monarca se debe igualmente la fundación, aunque en fechas algo posteriores, entre 1260 y 1272, de las Villas de Ordizia, Mondragón, Bergara y Arceniega, ésta última en Alava. Todas ellas recibieron el fuero de Vitoria, que a su vez deriva del de Logroño.
El profesor de Historia Medieval Iñaki Bazán explicaba al cumplirse el 750 aniversario de Salvatierra que la fundación de éstas villas suponía en primer lugar que pueden ser fundaciones ex novo o reconversión jurídica de un núcleo poblacional o aldea preexistente.
En segundo lugar suponía la creación de una jurisdicción territorial privilegiada en relación al área rural circundante. Esos privilegios representaban la posibilidad de que los habitantes de la Villa recién fundada pudieran elegir a sus autoridades municipales (autogobierno), disfrutaran de libertad personal, dispusieran de un mercado semanal franco, estuvieran exentos del pago de ciertas cargas tributarias, gozaran de inmunidad ante ciertas prácticas procesales, etc..
En tercer lugar, la villa se singulariza del área rural circundante mediante la muralla que la rodea. Y en cuarto lugar, en las villas se realizan actividades económicas ligadas al sector secundario y terciario.
Todas estas cuestiones y más, venían establecidas en el fuero fundacional, esto es, en el instrumento de derecho local que reglamentaba y organizaba la vida de las villas recién creadas. Por tanto, ya sea una fundación ex novo o la reconversión de un núcleo poblacional previo, como ocurre con los casos de Arrasate, Ordizia o Hagurahin, la creación de una villa introducía en el territorio una nueva realidad jurídica, política, social y económica, que transformaba radicalmente la sociedad, dotándola de mayor dinamismo, y convirtiéndola en motor del desarrollo comarcal.
LA FERIA DE AGURAIN
Desde la creación de la Villa, los sucesivos reyes apoyaron el desarrollo de actividades económicas y comerciales. Con el fin de impulsar las actividades comerciales con las zonas rurales cercanas y bajo el gobierno de la Casa de Ayala, representada en ese momento por Pedro López de Ayala, la Villa recibió del rey de Castilla Enrique III el Privilegio de Feria en 1395. La concesión del privilegio fue motivado al convertirse la villa en el centro de atracción rural para todos los pueblos colindantes, y por el interés económico de los dueños de los grandes dominios señoriales.
El 20 de enero de 1395 el rey autorizó a la villa de Salvatierra la celebración de una Feria anual en el mes de octubre, con una duración de seis días. Posteriormente, en 1397, se trasladó la Feria al primer domingo de septiembre, debido a la celebración también en el mes de octubre de Ferias en Navarra. Finalmente Enrique III, en 1398, redacta una carta de privilegio confirmando la de 1395 y en la que aparece también la de 1397. Los productos que se vendían en la Feria eran principalmente los excedentes agrícolas, ganaderos y productos artesanales. La Feria se siguió celebrando hasta el comienzo de la primera sublevación carlista en 1833.
En 1853 se reanuda la celebración de la Feria, volviendo a la primera semana de octubre.
En los años 1874 y 1875 la Feria se suspendió debido a la Segunda Guerra Carlista. En 1885 se trasladó a los días 3 a 6 de noviembre a causa de una epidemia de cólera. En el año 1911 la Feria no se celebra a causa de la glosopeda que afectó a todos los animales. En 1918 no se celebró debido a una epidemia gripal que azotó toda Europa. En 1936 las autoridades franquistas prohibieron las ferias en Álava.
El año 1912, debido al aumento de cabezas de ganado en la Feria, se inauguró una plaza de ganado ubicada desde la plaza de Santa María hasta la cuesta de la Madura. El ganado que se traía era mular, caballar, lanar, vacuno y porcino. A lo largo del siglo XX, esta Feria adquirió renombre principalmente por el ganado mular y caballar, y se convirtió en una de las más importantes ferias de este ganado en el estado. Los compradores acudían a la Feria desde Asturias, Santander, Zamora, Burgos, Aragón y, sobre todo, Valencia. Actualmente, al haber desaparecido la utilización de los animales en actividades agrícolas, su presencia en la Feria es mucho menor. Este hecho ha provocado que la Feria sólo se celebre los martes. Además, en los últimos años se ha perdido en parte su función de compra-
A partir de 1882 el Ayuntamiento establece un concurso de ganado. En 1913 se inició el concurso de semillas. De esta manera, dicho concurso junto al de ganado, serviría para realzar la Feria en su conjunto. Desde el año 1970 se lleva a cabo la exposición y venta de maquinaria agrícola y vehículos a motor.
La Virgen del Rosario
Las Fiestas de la Virgen del Rosario se celebraban antiguamente el primer domingo de octubre. En la actualidad se celebran ese fin de semana y el siguiente, teniendo lugar el martes de esa semana la Feria de Ganado. Precisamente estas fiestas se pensaron en su origen con la finalidad de atraer más gente a la Feria, aunque en la actualidad han ido cobrando importancia desplazando la Feria a un segundo plano.
No siempre fue así. Durante muchos años la Feria se trasladó a septiembre, pero la Fiesta de la Virgen del Rosario siguió celebrándose el primer domingo de octubre.
A partir de 1853 la Feria vuelve a octubre, coincidiendo otra vez ambos acontecimientos.
En 1853 se reanuda la celebración de la Feria, volviendo a la primera semana de octubre. En los años 1874 y 1875 la Feria se suspendió debido a la Segunda Guerra Carlista.
En 1885 se trasladó a los días 3 a 6 de noviembre a causa de una epidemia de cólera. En 1914 y 1916, con motivo de la Primera Guerra Mundial los festejos fueros suprimidos, no así la Feria de Ganado.
En 1918 una epidemia de gripe anuló tanto la Feria como los festejos. En 1936 se prohíben las ferias en Álava a causa de la Guerra Civil.
Desde 1853 las fiestas, incluida la Feria, se conocen como Feria de Octubre, pero después comenzaron a llamarse Ferias y Fiestas del Rosario, refiriéndose al lado lúdico y la feria del domingo de Rosario.
Estas fiestas comienzan a ser consideradas, a partir de entonces, como Fiestas Patronales del Municipio, hasta entonces inexistentes, ya que el 24 de junio era la fiesta del barrio de San Juan y el 15 de agosto la del de Santa María.
La Feria atraía a mucha gente que realizaba allí numerosas transacciones económicas, lo que beneficiaba tanto al Ayuntamiento, debido a los impuestos que cobraba, como a los vecinos de la Villa. Por ello, en el año 1870 se decidió que, con el fin de atraer a más personas a la Villa, era necesario dar a la Feria un carácter más festivo.
Los festejos comenzaban con la Procesión del Santísimo Rosario el domingo por la tarde, costumbre que ha desaparecido recientemente. El lunes y el miércoles por la tarde se realizaban espectáculos taurinos en la plaza de Santa María. El martes era día dedicado al concurso de ganado, y por la noche se quemaban colecciones de fuegos artificiales.
Además, los cuatro días de Feria se amenizaban con música de txistularis, gaiteros, charangas y orquestas. Por la noche comenzaban los bailables en alguna de las plazas. Otro evento importante eran los partidos de pelota que aún se celebran los martes por la tarde, así como las tradicionales corridas de toros, pero éstas últimas en la actualidad ya no se celebran. También se organizan competiciones de deporte rural.
UNA FERIA CARGADA DE TRADICION
Desde que el rey Enrique III concedió al Canciller Pedro López de Ayala, conde de Salvatierra el privilegio para celebrar una feria anual en nuestra Villa, ésta se ha convertido en la protagonista indiscutible de las fiestas de Octubre
Si las fiestas destacan por algo, es por la Feria de ganado que cada primer martes de Octubre se convierte en una cita ineludible con un sector que durante largos siglos ha dado de comer a esta tierra. Desde entonces han pasado 614 años y los vecinos de la localidad mantienen intacta una cita convertida en referente de la agro -
Fotos y textos:
Fernando Sánchez Aranaz
Archivo Municipal de Vitoria-
Archivo Municipal de Agurain
Enrique Guinea Maquivar
Don Antonio Lafuente
Kepa Ruiz de Eguino