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Agurain en la guerra 1936 -
Diversos batallones militares pasaron y estuvieron destacados en Agurain, en especial un importante grupo de soldados alemanes, cuyas familias desconocían que éstos se encontraban en el Estado español.
La labor de estos soldados alemanes era el control del frente mediante señales desde el alto de la Nevera y, más tarde, cuando se produjo la ofensiva de Legutiano, todo el control aéreo.
Durante esta ofensiva la localidad se vio invadida por topas requetés, alemanas e italianas, que ocuparon las escuelas de la Calle Zapatari como cuartel. Los militares alemanes tenían otra misión: la de investigar posibles antecedentes republicanos de soldados del ejército franquista, para lo que preguntaban a las gentes de los pueblos por la conversación de las tropas. Fueron detenidos algunos soldados asturianos por sus antecedentes republicanos.
ELADIO ESPARZA GOBERNADOR CIVIL DE ALAVA EN 1937 EN AGURAIN
El primero de Septiembre de 1937 llegó a Araba el nuevo gobernador civil, Eladio Esparza Aguinaga, que había sido un importante dirigente del carlismo navarro y el 9 de Octubre fue designado presidente de la Diputación José María Elizagárate, hombre fuerte del carlismo alavés y casi ausente de la escena política desde el comienzo de la sublevación.
Eladio Esparza Periodista y novelista navarro nacido en Lesaka el 18-
En 1923 fue nombrado director de "La Voz de Navarra" y en 1929 pasó a redactor-
ELADIO ESPARZA
E.E., esto es Eladio Esparza, azuzando a las autoridades para el acoso y derribo de rojos emboscados: no dejarles trabajar, empujarles a la miseria, obligarles a la desaparición, al alistamiento… Investigar, perseguir, listas, listas… Todo un programa. E. E., Eladio Esparza, "fino escritor", subdirector del Diario de Navarra, consejero de Prensa y Propaganda, luego gobernador civil de Álava en 1937, a quien los Baroja, con su particular gracejo y para disfrute de incondicionales, llamaban Elodio Esparce.
Cuando se trata de hacer su perfil de escritor y periodista se omite de manera concienzuda todos sus artículos de propaganda política de guerra, como si no hubiesen sido ni escritos ni publicados… sólo queda la biografía edulcorada, digerible, mendaz del erudito provinciano, sin pasado o con este absuelto.
El mismo subdirector, Eladio Esparza, luego gobernador civil de Álava, sucumbirá ante este bárbaro delirio: «Se impone urgentemente la designación de una Junta de expurgación social, sin cuya autorización no pueda ser considerado como obrero apto para el trabajo a nadie que, por sus antecedentes de actuación izquierdista o de afiliado a organizaciones ya disueltas infunda recelos. El comunismo ha de ser extirpado aun en la zona de la mera sospecha. ¡Tendría que ver que mientras nuestros obreros luchan en los frentes, exponiendo la vida a la metralla de los rojos, vivieran los rojos tranquilamente en sus casas ganándose el jornal sin peligro ni zozobra!» (18.9.1936).
La convulsiva dinámica política de la "leal" Alava (1936-
Repasando los nombre de las personalidades que formaban parte de la caravana de coches que partió de Vitoria rumbo a Salvatierra con el objeto de recibir al nuevo Gobernador Sr. Esparza el 1 de Septiembre, día de su toma de posesión, encontramos entre sus amistades a los principales representantes del "octavismo" alavés y de los descontentos con la hegemonía del "orialismo".
Ambos iniciaron en nuestra provincia el proceso de consolidación del régimen fascista. Para lograr ese objetivo, tomaron una serie de medidas basadas en la afiliación masiva y la ideologización doctrinaria de la vida pública.
Finalmente, la Administración y el partido quedaron unidos, ambos en las manos de Elizagarate.
CUESTIONARIO DE LA JEFATURA PROVINCIAL
Ideología anterior al 19 de julio de 1936 y conducta moral de algunos vecinos de la localidad de Salvatierra
Médico:
Veterinarios: Don Severiano Arámburu Arrese: Nacionalista vasco.
Javier Oquiñena Castillo.
Cartero: Don Leandro Ruiz de Gauna: izquierdas.
Sastre: Don Julián Ruiz de Alegría: Nacionalista Vasco
Sastre: Don Julio Lafuente: Nacionalista Vasco.
Carpintero: Don Jesús Ruiz de Larramendi: Nacionalistas Vasco.
Depositario: Don Emilio Perez de Oñate: Nacionalista Vasco.
DESTITUCION DE TRES EMPLEADOS MUNICIPALES
Otro suceso que conmocionó al vecindario fue la destitución de tres empleados municipales.
En acta de 20 de Septiembre de 1936 el alcalde expone: en ocasión de la visita oficial del señor Gobernador Civil y ordenado por éste, el día 2 del actual este Ayuntamiento dice:
"Velando celosamente por el feliz éxito del glorioso movimiento nacional iniciado el 19 de Julio último contra el comunismo marxismo y separatismo había dispuesto destituir de sus cargos a los señores don Emilio Pérez Oñate, don Aniceto Lecea y don Ramón Sagasti, depositario, alguacil y jefe de la alhóndiga de este Ayuntamiento por su cualidad de nacionalistas vascos".
Posteriormente se ha publicado por la Junta de Defensa Nacional de España el decreto nº 108, autorizando a los ayuntamientos a separar, destituir y reprender a los empleados municipales si se les considera por su conducta moral o política contrarios al movimiento militar.
Se delibera ampliamente y la Gestora, ontra su deseo, se ve obligada a ejecutar lo ordenado por el Excmo. Sr. Gobernador y teniendo en cuenta loe previsto en el artículo 3º del decreto 108, acuerda la destitución. Y fueron cesados de sus cargos, que ostentaban en propiedad aquellos honorables empleados del municipio:
Don Emilio Pérez Oñate, de familia muy apreciada, hijo de maestro que después de muchos años de servicio y dedicación a esta Villa murió en ella.
Don Aniceto Lezea, txistulari municipal desde el año 1898 y sacristán de la iglesia de Santa María. Padre de Pepe Lezea también txistulari de la Villa.
EL DIRECTOR DE LA BANDA DE MUSICA DON RAMON SAGASTI
Don Ramón Sagasti, hijo del insigne maestro don Marcos Sagasti, al que sus discípulos y admiradores erigieron un monumento en la Villa y se le dedica una calle, cuya inauguración y homenaje se celebró el 25 de Julio de 1916.
Don Ramón no necesita de su ascendencia para aumento de sus méritos, y son suficientes los conseguidos con el ejercicio de sus actividades de maestro de música, organista de las dos parroquias desde el año 1905, director de la banda de música a partir de 1906 y jefe de la alhóndiga desde el 10 de septiembre de 1922.
TRES AÑOS DE GUERRA
El día 31 de Diciembre de 1.939, estaban encarcelados oficialmente 270.719 personas por motivos políticos –sociales. En esta fecha no están incluidos los miles de fusilamientos llevados a cabo durante el año, por ejecución de sentencia.
Eran gentes capturadas, en su mayoría, al final de la guerra y a quienes se imputaban acciones político – bélicas contrarias al Movimiento Nacional. Los ocho millones de habitantes que poblaban la España derrotada habían quedado a merced de los vencedores.
Tres años de conflictos ideológicos y de derramamiento de sangre en los frentes y en la retaguardia habían abierto una profunda brecha en el tejido social que iba a tardar décadas en cerrar. La Ley de Responsabilidades Políticas, promulgada en el mes de Febrero de 1.939 y vigente hasta 1.966, permitió la celebración de innumerables consejos de guerra, que en no pocas ocasiones terminaron en penas de muerte ejecutadas. La expatriación de los vencidos fue un fenómeno de gran importancia para la España de la postguerra. Se calcula en unas 450.000 las personas que abandonaron el país durante el conflicto.
La depuración de funcionarios en la Diputación de Álava (1936-
Javier Gomez Calvo
La primera medida adoptada dentro del nuevo marco jurídico que estaba definiendo el Estado franquista, fue la de actuar contra los miembros del Cuerpo de Miñones, Camineros y Guardas forestales debido al papel fundamental que jugaban todos ellos en la vigilancia en la retaguardia, despidiendo a dieciséis de ellos en el mismo mes
de septiembre. La precipitación jugó en contra de la Diputación, que quiso prevenir antes de tener que curar y se deshizo de varios empleados, algunos de tan acreditada lealtad a la Causa que acabaron haciendo carrera en el Ejército.
A simple vista, los cargos imputados a los funcionarios de tendencia nacionalista varían sustancialmente respecto de los que motivaron la apertura de expedientes a los izquierdistas. En esencia, las acusaciones se mantuvieron pero la importancia de cada una cambiaba: trece fueron sancionados por su militancia política, haber sido detenido y encarcelado tras el golpe de Estado sólo constituyó cargo en una ocasión y, mientras entre los de izquierdas sólo un funcionario fue acusado de un único cargo —habervotado a opciones de izquierda— once nacionalistas fueron acusados únicamente o de serlo, o de estar afiliados al Partido Nacionalista Vasco (PNV) o de haber pertenecido a Solidaridad de Trabajadores Vascos (STV).
Esta diferencia, la más notable entre ambos grupos, resulta clave en la imposición de sanciones: de los nueve empleados cesados definitivamente, sólo dos habían fueron acusados a un único cargo, dándose el caso de que el que pesaba sobre uno de ellos, Severiano López de Letona, era haber presidido Solidaridad de Trabajadores Vascos en Salvatierra. Y es que a menor número de acusaciones, más fácil resultaba defenderse de las mismas.
En el caso de los empleados nacionalistas, hay un elemento determinante que no aparece, o sólo lo hace de forma testimonial, con los izquierdistas y es la colaboración y adhesión de muchos de ellos a los sublevados.
Si los servicios al Movimiento Nacional fueron frecuentemente utilizados en su descargo por los nacionalistas inculpados, no menos habitual fue recurrir a los avales de diferentes autoridades, principalmente militares o relacionadas con el Orden Público. Podría parecer llamativo que los nacionalistas, católicos y conservadores en la mayoría de los casos, no recurrieran a los párrocos pero se entiende si tenemos en cuenta que sólo se cuestionó el comportamiento privado de Julián Abecia, que logró esquivar la acusación de haber blasfemado años antes recurriendo al cura de la iglesia de San Pedro. Por otra parte, la precaución de la Diputación ante los avales exculpatorios de los párrocos se confirma con los nacionalistas: un informe favorable de un sacerdote o del responsable de una asociación
religiosa no libraba del castigo54.
54 De nuevo es ilustrativo el caso de Severiano López de Letona puesto que el sacerdote de Salvatierra llegó incluso a certificar que se dio de baja del sindicato nacionalista seis meses antes de la guerra civil, aunque en realidad era falso.
Archivo Municipal de Salvatierra (AMS), Caja 91, Expediente 9.
Mientras el gobernador civil de Álava, Cándido Fernández Ichaso, giraba visita a los ayuntamientos alaveses a fin de destituir a todos los empleados afiliados durante la República a organizaciones republicanas, izquierdistas o nacionalistas vascas, la Diputación se empleaba a fondo para apartar de su empleo a todos los camineros y miñones sospechosos de idéntico pasado político, en un sumarísimo proceso, del que en parte hubo de retractarse poco después, destinado a garantizar la lealtad del último de los eslabones del orden público a nivel rural.
Por su parte, el ayuntamiento de Vitoria seguía incoando expedientes por abandono de destino a empleados encarcelados por orden gubernativa, generalmente militantes de Izquierda Republicana. No fue hasta abril de 1937 cuando comenzó el proceso depurador de forma sistemática y organizada, creando dos comisiones (una para el personal subalterno y otra para el técnico administrativo) que en agosto de ese mismo año ya habían instruido y dictado sentencia en 137 de los 158 expedientes abiertos en la institución8, casi un 90% de los mismos.
Poco más tarde, en junio, comenzaba igualmente a aplicarse el Decreto 108 en la Diputación, afectando a cincuenta y nueve empleados de los poco menos de trescientos con los que contaba.
PRESOS LLEGADOS A SALVATIERRA -
Fueron varios los presos traídos a nuestra villa para trabajar y que después se quedaron a vivir en ella como Francisco Ortiz de Arrizabaleta, Severino Romero, Barrenechea, etc..
FIESTAS DE SAN JUAN AÑOS 30 – 40
LOS NIÑOS DE AGURAIN EN LA GUERRA DEL 36
Aventuras de los veterinarios en Alava
El inspector provincial veterinario, José Berganza, fue el encargado de depurar las responsabilidades de los veterinarios alaveses que mantuvieron una "actuación contraria al glorioso movimiento nacional". Así, el 4 de Septiembre de 1937 se resolvieron los expedientes abiertos a Javier Oquiñena Castillo y Severiano Aramburu Arreche, de Salvatierra – Agurain, Joaquín Abad Orós de Alegría, Pedro Olarte Blanco de Elciego, etc.. etc.. por sus ideologías nacionalistas.
El instructor acordó "separarles definitivamente del servicio que desempeñaban causando baja en el escalafón del Cuerpo de Inspectores Municipales Veterinarios".
Otros como el de Arrastaria, el de Repaldiza, el de Llodio, etc.., en paradero desconocido, compareciesen ante su presencia. Al mes siguiente les fue impuesta la misma sanción que a sus compañeros.
Los Presidentes de Juntas de Adana, Eguilaz, Narvaja, San Román fueron sancionados con 25 ptas por no remitir "a su Alcalde la relación de gallinas entregadas gratuitamente a Villarreal". Este hecho está relacionado con la batalla que tuvo lugar en la inmediaciones de Legutiano.
En 1937, el gobernador civil destituyó a Severiano Aramburu de su cargo de vocal de la junta directiva de la asociación, sustituyéndole Cándido Lasaga.
En 1938 fue repuesto en el cargo Javier Oquiñena Castillo, ya que se consideró "cierto que perteneció al Centro Nacionalista de Salvatierra, pero también comprobado que se dio de baja y en las últimas elecciones votó al candidato del CEDA", y que "gran parte de los cargos de primitivo expediente" habían sido desvirtuados.
BOPA, 14 Junio de 1938.
El 14 de Marzo de 1940 se publicó en el Boletín de la Provincia la relación de Inspectores municipales veterinarios "depurados político – socialmente" y admitidos "al servicio activo sin imposición de sanción". Estos fueron entre otros:
Arturo Landazabal Garagalza de Asparrena, hermano del músico Gérman Landazabal e hijos ambos de Francisco Landazabal veterinario nacido en Agurain, Tomás Pérez de Eulate de Campezo, Fernández de Larrea de Zuya, etc..etc..
Varios fueron los veterinarios juzgados por el tribunal de responsabilidades políticas.
Todos los veterinarios suspendidos por José Berganza, salvo Leandro Larrauri, continuaron su ejercicio profesional tras la Guerra Civil, Así en 1945 continuaba en Agurain Severiano Aramburu, Félix Zárate en Nanclares, etc..
Tras el traslado de Berganza, en 1949 se nombró presidente del Colegio de Veterinarios de Alava a Don Severiano Aramburu, padre de Iñaki Aramburu, que más tarde sería Alcalde de Salvatierra.
Asociaciones y colegios
Colegio de Veterinarios de Álava
El 22 de mayo de 1902, se reunieron los veterinarios alaveses para preparar la creación del Colegio de Álava y una vez asociados, intentar la fusión de los colegios de las provincias Vascongadas y Navarra.
Pero el acto constituyente del Colegio tuvo lugar en un salón de la casa consistorial de Vitoria-
Lehendakaria: Manuel González de Suso Ibáñez de Aspuru
Lehendakariordea: Tomás Erausquin Uriarte
Idazkaria: Domingo Julio Díaz de Berrícano
Kontularia: Serapio Erausquin Romarategui
Diruzaina: Romualdo Erausquin Álvarez de Gámiz
Bokalak: Urbano Arbuníes, Diego Carrión y Fulgencio Rafael Lasaga
Entre los colegiados estaban Mateo Arciniega, Jorge Díaz de Berricano, Braulio Erausquin, Daniel Fortea, Víctor Fernández de Larrea, Javier Oquiñena, Prudencio Cenzano, Luis Orúe, Justo Berganza, Lino Otiñano, Arturo Landazabal, Ramón Ramírez y Mariano Maturana.
En el Libro de Cuentas de la época, único documento que se conserva, figura el abono de dieta a un directivo por asistir a Zumarraga (Gipuzkoa) a una reunión para constituir el Colegio Vasco-
La primera mujer colegiada en el Ilustre Colegio Oficial de Veterinarios de Álava fue Mª Pilar Rozas Parra, inscrita el 30 de setiembre de 1979.
Y las primeras mujeres en ocupar un cargo directivo lo fueron en octubre de 1989, Cristina Gorospe, Marisol Vicente y Teresa Martínez.
Han sido presidentes colegiales:
CURAS ASESINADOS
El origen de sus desgracias se enmarca en el periodo de tiempo comprendido entre julio de 1936 y junio de 1937, cuando más de 60 sacerdotes y religiosos fueron ejecutados en la Diócesis de Vitoria, en los territorios controlados por uno y otro bando.
Una parte de ellos, concretamente 14 presbíteros 12 sacerdotes diocesanos de Vitoria, un misionero claretiano y un carmelita descalzo fueron ejecutados por quienes luego vencieron en la contienda. Además de no contar en su día con una celebración pública de exequias, se extendió sobre ellos un silencio demás de 75 años de duración.
Relegados al olvido Así, junto a Jose Sagarna Uriarte y Gerbasio Albizu Bidaur, quedaron relegados al olvido Jose Adarraga Larburu, Jose Ariztimuño Olaso, Martin Lekuona Etxabeguren, Alejandro Mendikute Lizeaga, Jose Otano Migelez C.M.F. (claretiano), Jose Joakin Arin Oiartzabal, Leonardo Guridi Arrazola, Jose Markiegi Olazabal, Jose Ignazio Peñagarikano Solozabal, Zelestino Onaindia Zuloaga, Jose Iturrikastillo Aranzabal y Roman de San Jose Urtiaga Elezburu O.C.D. (carmelita).
El único eclesiástico que logró escapar de las armas franquistas fue el obispo de Vitoria, Mateo Múgica, pese a condenar en su diócesis los abusos del bando sublevado contra clérigos y creyentes. Finalmente fue condenado al ostracismo hasta su muerte.
BIBLIOGRAFIA
Homenaje a un Alcalde valiente, Julián Ibañez de Opacua de Jesús María Alegría "Pinttu"
Guerra y Represión en Alava 1936 – de
Salvatierra – Agurain – Destellos de un siglo de historia de Jesús Ruiz de Larramendi
Fortunato Aguirre – Eusko Ikaskuntza
La convulsiva dinámica política de la "leal" Alava (1936-
Iker Cantabrana Morras – Estudios Alaveses. Sancho El Sabio
Historia de la Veterinaria Alavesa en 1936-
Javier Gomez Calvo
Ibañez de Opacua: El Alcalde Viejo
Durante la guerra civil, el “Alcalde Viejo” de Salvatierra -