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HISTORIA DE LA BATALLA CONTRA EL CONDE DE SALVATIERRA
Y así fue también como Salvatierra, al ver que su Señor y Conde se alzaba contra su legítimo soberano, y revolvía toda la tierra, y armaba hombres que reclutaba para destrozar bienes y causar sobresaltos y muertes.
(Archivo provincial de Alava – Vitoria," Libro de Acuerdos de la Provincia" – nº I folio 255)
… y de los más revoltosos "Don Pedro de Ayala, con poca prudencia y saber se "abia fecho capitán dellos",
"El cronista Pero Mexia veintiquatro de Sevilla, En su Historia del Emperador Carlos I, libro 2º -
…y pedía a Salvatierra que le diera hombres y otras ayudas… los de la Villa recurrieron a los del Consejo de Estado, no en demanda de favor, sino de libertad de acción.
Sabedor el Conde de la actitud del vecindario, quiso obligarlo por la fuerza de las armas, pero es aquel el que corre a tomarlas para organizar desesperada y heroica defensa primero, y saber vencer después.
Es cierto que la Junta de Valladolid pide al Conde que traslade allí sus poderosas tropas, que se han llegado a calcular en más de 15.000 hombres.
("Memorial" de Diego Martínez de Alava, dirigido a S.M.I. y fechado en Salvatierra a 15 de Junio de 1521. Archivo de Simancas, Papeles de Cámara legajo 145, folio 131)
..pero el Conde sigue sus apetitos personales y sus tropas las lanza contra Salvatierra, en afanes de imponer allí su omnímoda voluntad (Aún a pesar de que tales tropas habían sido reclutadas bajo el pretexto tan noble de la causa de los Comuneros).
Ahora bien: el 6 de Marzo de 1521 se presentaba altivo y con ínsulas de invencible, al frente de 11.000 hombres nada menos.
(Sandobal, tomo I, cap. VIII, folio 415 de su Historia del Emperador Carlos V)
..en el campo de Arriaga, y de allí el engreído magnate pasó a la Hermandad de Zuya, y más tarde al poblado e Gauna, frontero a Salvatierra a la que ya parece a atemorizar , pero es ahuyentado por acertadísima intervención en repentino ataque de las tropas de Vitoria y Salvatierra mandadas por el propio Condestable, el que entra en la Villa a la que entrega las cartas del emperador que son favorables a sus deseos, levantándose de todo compromiso con el Conde y, además favoreciéndoles con armas y alguna tropa, y "el Condestable de Castilla, don Iñigo de Velasco en persona estuvo en la Villa y en nombre del soberano nombró capitán para su defensa al diputado general de la provincia Don Diego Martinez de Alava, a quien también encomendó la defensa del castillo de la Villa y para que mejor lo hiciere le dio doscientos hombres de armas".
Ya no anduvieron remisos los de Salvatierra, y con esa gente y muchos vecinos bien armados, organizaron la carga contra aquella casa fuerte que el conde tenía en el pueblo de Gauna, en la Hermandad de Iruraiz (y que le servía de cuartel general para sus correrías) y la atacaron por sorpresa y con tan extraordinario arrojo, que al más lisonjero de los éxitos coronó la empresa y los vencedores se volvieron a Salvatierra.
(Historia del Emperador Carlos V, del Obispo de Pamplona, Fray Prudencio de Sandoval, impresa y reimpresa en Pamplona 1604 y 1614).
Pero el Conde monta en cólera, pasa a la merindad de Cuartango, donde recluta hasta 4800 hombres, con los que se apresta a la venganza. Pero bien se puede afirmar que con aquella acción los de Salvatierra marcan el inicio declinante de la estrella del Conde, y por consiguiente de los demás comuneros.
Más el Conde no cejaba en su empresa y volvió a juntar gente suficiente para ir, al parecer contra Vitoria y Salvatierra el día 6 de Abril. Pero no atacó Vitoria, aunque parece que un millar de sus hombres con el capitán Gonzalo de Varaona (que era quien mandaba la gente de armas) pasé dentro, pero sólo de paso, ya que todas las tropas se encaminaron sobre Salvatierra.
En persecución de los osados salió de Vitoria tropa "que estaba muy deseosa de pelear con el Conde"
...y siendo de caballería, fácil les fue alcanzar la retaguardia de aquel cerca de Durana, y le causan la pérdida de algunos de sus hombres.
Más ansiaba apoderarse de Salvatierra y escarmentar a sus insumisos vecinos, y la pone en aprieto; es decir, la cerca y ataca, conminándola se entregase inmediatamente y le diera el vasallaje que pedía, así que cierta cantidad de hombres armados y armas para otros.
Rechazan los sitiados tales pretensiones y se aprestan a la defensa.
Esta fue tenaz, heroica. Luchan como pueden y es en las propias murallas de Salvatierra y arrancando de ellas sus proyectiles, donde se suceden sin interrupción los combates, muchos de ellos cuerpo a cuerpo, pues para suerte de los sitiados el Conde no traía artillería. Y es entonces cuando se distingue sobre todos y cubre de imperecedera gloria (que han recogido grandes historiadores hasta hacerla llegar a nuestros días) aquel y esforzado y heroico hijo de Salvatierra y capitán comandante de sus defensores Martín MartÍnez de Oquerruri
Pero se iba a terminar de agrandar y consumar la derrota. Pues los de Salvatierra, en el frenesí del triunfo, se lanzan ya desde el amanecer del día 12 a la persecución de las tropas del Conde, ya muy desmoralizadas y además se encuentran con otros enemigos.
Esto era ya el día 12 y no el 9 como dice Salazar.
(Luis Salazar, Crónicas de la Casa de Lara, tomo I, libro V, capítulo XV, párrafo 5, página 445.)
Es detalle que no debemos olvidar, ya que es cuestión de que salieron los que "con ansias de pelea" había quedado en Vitoria.
(Sandoval, op. Ct. Tomo I, cap. VIII, pag. 414)
..Y seguiré copiando a Sandoval "pero a la vuelta que el Conde venía salieron de Vitoria la gente de a caballo y algunos peones, y llegaron a un lugar que se llama Alegría (en la Hermandad de Iruraiz) y prendieron algunos del Conde y vueltos a la Ciudad acordaron que era bueno de pelear con el Conde.
"Así salieron la gente de a pie y de caballo muy bien ordenada y fueron al lugar que dicen Betoño por tomar la delantera al Conde con su gente que estaba en Arcaya y enviaron al Capitán Ochoa de Assua para que tomase la puente de Durana porque no la pasase el Conde.
Pero ya su gente estaba cerca dell y la gente a caballo los hería y apretaba. En esto la gente de a pie de Vitoria llegaba cerca de la puente y la del Conde pasaba por ella. Y pasaba la puente el Conde pasó con su gente con semblante de querer pelear y los de la Ciudad comenzaron a usar de la escopetería en ellos, e hicieron algún estrago".
Como esto vio el Conde se retrajo con su paje que llevaba a caballo y su gente comenzándose a huir Gonzalo de Varaona esperó muy esforzadamente, dando voces a su gente para que esperasen. En esto llegó el Capitán Valenzuela y peleó con él y prendiéndole, y le trajeron preso con otros 600 prisioneros con mucho despojo de armas y banderas que hoy están puestas en la Iglesia de Santa maría de Salvatierra.
Y Martín Ruiz de Avendaño que allí se halló puso preso a Gonzalo de Varaona en la casa de Pedro de Alava, de donde fue sacado por la justicia y le degollaron en la Plaza.
Pero aquí, en Salvatierra, contaba Hombrados Oñatibia, es precisamente donde se inicia una de las batallas que iba a ser una ininterrumpida cadena de decisivas acciones hasta la definitiva de Villalar.
Quiero recalcar, continúa Oñatibia, que fue en Salvatierra y no en Durana, porque en Salvatierra se les venció y se hizo retroceder a los llamados "comuneros" y en Durana lo que se hizo – que no fue poco, lo confieso – fue el remachar y terminar de derrotar a los que ya huían.
Con lo que se amplió también los efectos y trascendencia de la acción.
Ahora, cronológicamente. El ataque a Salvatierra, se inicia el 6 de Abril de 1521 y se generaliza tres días después el 10 comienza a titubear comprendiendo los asaltantes lo problemático que se ofrece el éxito, y se inicia la fuga de muchos. Sin embargo, los sitiados no sólo no desmayan sino que se van creciendo en actos de heroísmo que aumentan al saberse socorridos el día siguiente, 11 de Abril por las tropas que les llegan de Navarra.
En este momento crucial se enardecen los ánimos de los defensores, cae herido el Conde de Salvatierra y al anochecer se generaliza la retirada y lo hace el propio Conde y antes del amanecer han establecido contacto los auxiliadores y sitiados quienes en el paroxismo del entusiasmo , lejos de buscar el bien merecido descanso que parecía natural en gentes que llevaban más de tres días y noches consecutivos en extremo esfuerzo y en tal desigual pelea, se lanzan a perseguir a los fugitivos.
Terminaré citando el memorial que el Alcayde dirige desde Salvatierra a 15 de Junio de 1521 a S.M.I. que refiere los grandes ataques a la plaza, especialmente el día 10 de Abril "con mucha gente de a pie y de caballo en número de 15.000 hommes no la pudiera tomar y quando vido no poder con el suyo, desmayó" y levantó sus reales el 11 y se dirige por Guevara a Ayala y es perseguido y derrotado "i aun no llevó la paga que merescía por falta de nuestros capitanes" etc..
Archivo de Simancas, Papeles de Cámara, legajo 145, folio 131)
Prestamero por su parte dice que Martín Martínez de Oquerruri, hijo ilustre de la Villa al liberar a Salvatierra de tan furioso y largo asalto "en recompensa S.M.I. Carlos I se dignó concederle su Real Cédula de Merced, haciéndole libre a la casa en que morase de hospedaje de gente de guerra, bagajes y demás contribuciones a que están sujetos los hijos – dalgo de estos reynos, dándole además las franquezas que disfrutan las casas solares , como aparece en dicha real merced, fechada en Pamplona a 29 de Julio de 1521, firmada por los señores gobernadores y condestable y el Almirante en nombre de su SS.MM. y refrendada por don Pedro de Zuazola, su secretario de cámara".
LA GUERRA CONTRA EL CONDE Y OTRAS CALAMIDADES
Pedro López de Ayala, primer conde de Salvatierra fue un poderoso señor que tuvo repetidos altercados con las autoridades de las Hermandades de Álava. Las disputas entre este y la villa fueron frecuentes en las dos primeras décadas del siglo XVI. Así, en el año 1506 las Hermandades debieron enviar más de doscientos hombres armados para liberar un escribano detenido por orden del conde.
En 1507 los vecinos apelaron a la corona ante su demanda por cincuenta mil maravedíes, por el concepto de alcabalas. El conde no acepta pacíficamente la apelación, amedrentando con amenazas a los vecinos de Agurain, hecho que obligó a Juana I, en junio de ese año ha ordenarle expresamente que no maltrate a los vecinos de la villa. Aunque en 1508 Fernando El Católico ratificó el pago de los cincuenta mil maravedíes al señor, no cesó el hostigamiento de éste a los vecinos, obligando a que en marzo de 1509, Juana I, indique expresamente al noble que los habitantes de Salvatierra no podían ser apresados, heridos o embargados injustamente. En 1518 la villa hizo suyo el pleito frente al señor de Ayala por la demanda de pago de once mil doscientos maravedíes cada año por los conceptos de señorío, servicio de gallinas, capones y vino blanco.
Por lo visto, no fue de extrañar que con su alcalde al frente se alineara a favor de Carlos V en la Guerra de las Comunidades oponiéndose resueltamente al conde, jefe comunero en Álava. Inútilmente este demandó de sus súbditos de Salvatierra el envío de trescientos hombres para auxiliarlo.
De la súplica pasó a la orden y de ésta a la amenaza, Finalmente Pedro López de Ayala puso sitio a la ciudad, ocupando sus arrabales. El alcalde, Martín Martínez de Oquerruri se constituyó en el capitán de los defensores que rechazaron a los atacantes y en represalia saquearon y destruyeron buena parte del palacio y castillo del conde intramuros.
La defensa de Salvatierra exigió sin duda la solidez de las murallas y fortificaciones,
pero más que eso, obligó a la solidaridad y concurso de todos sus moradores para rechazar al jefe comunero. Fue para los salvaterranos el momento de ajustar las cuentas con el omnipotente señor y lo hicieron cumplidamente.
Este hecho de armas fue recompensado el mismo año por el Emperador concediéndole a Salvatierra el título de muy noble y leal, al tiempo que la restituía a la órbita de la corona.
MARTIN MARTINEZ DE OQUERRURI
Fue un valiente caudillo de los vecinos de esta Villa de Salvatierra contra los invasores del Conde de Salvatierra, Don Pedro López de Ayala, consiguiendo vencer a este y sus huestes, ganando varios trofeos de guerra cuando los salvaterranos fieles a Carlos I, desoyeron las arengas y apremiantes órdenes del turbulento Conde, para que estos naturales secundaran el movimiento de las Comunidades.
Defendió con desinterés los derechos de esta Villa y murió el miércoles 6 de Noviembre de 1538, estando casado con doña María Fernández de Lazárraga.
Era Don Martín , hijo de don Juan Martínez de Oquerruri y de doña Elvira martínez de Vicuña, y dejó el mayorazgo a su hijo Juan, siendo hermanos de este heredero María, Miguel, Ana, Diego, Fernando María y Sebastián, y una hija monja en el convento de la Santísima Trinidad de Vidaurreta en Oñate sobrina del muy magnifico señor don Juan López de Lazárraga , fundador que fue de dicha casa y monasterio.
Por cierto, que al margen de la testamentaria dice una nota que de Don Juan Martínez de Oquerruri descienden por línea directa y de varón los de la casa de Vicuña, y en otra nota marginal, que aunque se llama Don Juan Martínez de Oquerruri, desde este acto se llama don Juan Fernández de Vicuña.
En el testamento de la viuda de don Martín otorgó el 29 de Julio de 1562, se lee en una cláusula:
"Otrosí es mi voluntad e mando a Juan Pérez i nieto hijo de Juan Pérez mi hijo el coselete que el dicho mi marido Martin Martinez de Oquerruri obo en el combate que al tiempo de las Comunidades la gente del Conde de Salvatierra don Pedro de Ayala dio en esta villa y lo obo del combate y más la silla de hueso de marfil que está enc asa en señal del amor que le tengo yo; y por otra cláusula le manda también la espada dorada del propio Don Martín.
(Fortunato Grandes)
DESPOBLADO DE OKERHURI
Despoblado alavés; aparece como Okerhuri en doc. de 1025 citado en el "C. S. M." del mismo año; Oquerruri en doc. de 1731 citados en el Libro de Fábrica de Sabando. El apellido de mismo nombre aparece como Oquérruri (Martínez de) en doc. de 1463 reproducido en p. 295 del t. IV de "Colección de Cédulas, Cartas..." del archivo de Simancas, realizado por Tomás González. Ref. Gerardo López de Guereñu, "Boletín de la Institución Sancho el Sabio" 1969, p. 58.
LINAJE DE LOS OQUERRURI (de Salvatierra)
7.-
7.1.-
7.1.1.-
XI.-
XII.-
1.-
2.-
XIV.-
XV.-
XVI.-
Los Vicuña en Araba – Euskalnet.net/laviana/gen/vascas/vicuña/araba
El 24 de abril de 1521, Juan de Padilla (capitán de las comunidades en Toledo), Juan Bravo (en Segovia) y Francisco Maldonado (en Salamanca) fueron decapitados en el municipio vallisoletano de Villalar por "traición a la Corona Real".
Su muerte marcó el inicio de una represión ejemplarizante, que se recrudeció con el regreso a España de Carlos V en el verano del año siguiente. Entre julio y noviembre se pronunciaron más de cien condenas y quince comuneros fueron ejecutados antes de que el emperador decretara el 1 de noviembre el Perdón de 1522, una amnistía general que incluía ciertas reservas: 293 personas quedaban excluidas del indulto, por su "responsabilidad especialmente grave".
Fotos y textos:
EMAN
Luzuriaga, Juan Carlos: Piedras armeras de Agurain
Gregorio Hombrados Oñatibia
Kepa Ruiz de Eguino