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Museo al aire libre de cerámica de Agurain (II)
Kepa RUIZ DE EGUINO
(Publicado en "Euskonews")
Los datos que poseemos sobre la actividad alfarera en Agurain son los siguientes: Artiñano en el “Arte Popular de las Vascongadas” pag. 27: “En la misma Salvatierra se han producido ejemplares llenos de poesía y de interés local”.
Julio de Lazurtegui en “Geografía General del País Vasco Navarro” en la pag. 760, del tomo general: “Fabricación de cerámica en Llodio y Salvatierra, además de los hornos de tejas y ladrillos que existen en el resto de las provincias para satisfacer las necesidades locales”.
La cerámica industrial que en la actualidad funciona fue fundada por Dimas Ugarte y continuada por su hijo José Ugarte. Aquí sabemos trabajó Ricardo Urrutia, el último ollero de Galarreta.
Dentro de la historia de los olleros de Alava está Juan Castañares Irazabalbiaskoa que hacia 1877 se trasladó al pueblo alavés de Elosu con el padre de la que iba a ser su mujer Simona. El padre de Simona era Juan Domingo López de Letona y Ruiz de Erentxun. Juan vivía en el barrio de las ollerías, nº 43, murió en 1912, a los sesenta y seis años, siguiendo en la ollería su hijo Daniel y el oficial Fructuoso Fernández de Larrinoa, natural de Ullibarri Gamboa. Fructuoso se casó con una hermana de Daniel llamada Patricia.
En el año 1936 la guerra castigó duramente toda la zona de Villarreal y Elosu y destruyó toda la ollería que por entonces ya llevaba Fructuoso Fernández de Larrinoa con su hijo José y Federico Garmendia, natural también de Elosu, lo que les obligó a marchar a la vieja Agurain. Aquí trabajaron los tres, ayudados por el otro hijo de Fructuoso, Gregorio, en la Cerámica Alavesa de Martín Ugarte durante unos años, trasladándose después a Narbaja.
Fructuoso nació como ya hemos dicho en Ullibarri Gamboa en 1883, y aprendió el oficio con Alejo Aguirrebeitia. Años más tarde Fructuoso, como veremos, se trasladó a Elosu y después a Agurain, por motivos de guerra, para acabar en Narbaja.
Y, en los años inmediatamente posteriores a la guerra del 36, Fructuoso Fernández de Larrinoa, su hijo José y Federico Garmendia que venían de Elosu, donde, como ya queda dicho, un bombardeo destruyó la ollería. En la “Cerámica de Salvatierra” la producción de éstos olleros fue la misma que había venido realizando en Elosu.
Para tornear trajeron uno de los tornos de la ollería destruida en la guerra y que funcionaba mediante un motor de gasolina. Las vasijas las cocían en el horno que en la cerámica utilizaban para el bizcochado de los azulejos, esto es, en el horno de la primera cocción. Metían los cacharros en la parte superior del horno, en la “campana”.
El citado anteriormente Federico Garmendia, que había nacido en 1922, se había incorporado a la ollería de Fructuoso a los ocho años de edad, luego tenía catorce cuando llegó a Agurain y algo más dedieciséis cumplió cuando llegó a Narbaja. El ha sido el último ollero de toda Euskal-
El esmalte blanco lo siguieron haciendo en Elosu.
Tras unos años en Agurain y debido a que los caracteres de Fructuoso y de Ugarte que no congeniaban. Marcharon a Narbaja.
Para pucheros destinados para el fuego utilizaban dos clases de tierra, la roja, con un poco de la blanca; pero para el resto de las piezas solamente la blanca.
Estas tierras las extraían de muy cerca del lugar conocido aún actualmente como de “los coladores”, nombre que nos indica cuál era el sistema empleado en Galarreta para la preparación del barro. La extracción de la tierra se efectuaba en los meses de Noviembre y Diciembre, dejándolas a la intemperie hasta la primavera para que las mismas se esponjaran, se pudrieran. Esta tierra gozaba de buena fama por su calidad, de forma que solían venir a por ella de Narbaja e incluso de Agurain.
Fue también motivo de que Fructuoso Fernández de Larrinoa dudase, cuando estaba en Agurain, de ir a Galarreta o a Narbaja. Los coladores, más bien las huellas de los mismos, se encuentran en Basakaitz, junto a un riachuelo que corre al pie de las colinas Beitia y Korrosparri. A un centenar de metros de estos coladores se encontraba la ermita de San Martín, de la que no quedan sino piedras y tejas esparcidas por el suelo. Aquí en Basakaitz, también tenían para servicio de todos los olleros un molino hidráulico para el esmalte blanco muy semejante al de Zegama. La depuración del barro, en su paso del pozo batidor al decantador tenía lugar mediante un entramado de ramas. El transportes del barro hasta los obradores, donde se almacenaba en un lugar fresco, se realizaba en carros de bueyes. Este barro, antes de llegar al torno de Agurain y Narbaja era pisado y sobado a mano en una mesa que llamaban “sobadera”.
Como ya hemos dicho se trasladaron Fructuoso con su familia y Federico a Narbaja, no porque supieran que antes habían existido ollerías, sino porque tenían también muy buena tierra, que ya aprovechaban algunas tejeras en las que trabajaban asturianos, especialmente de Mieres.
La empresa era de estructura familiar y los productos de comercializaban por toda la zona Norte.
Al ir a Narbaja tuvieron que montar todo el taller nuevo: obrador, horno, coladores, etc. Fructuoso murió allí el 29 de Marzo de 1959, a los setenta y seis años, estando casado en esos momentos con Victoriana Abasolo y Pujana natural de Zeanuri. Siguieron en la ollería su hijo José y Federico. José, por cuantos lo conocieron, gozó de muy buena fama como alfarero. No era de mucha producción pero sí muy cuidada. Murió en 1964. Continuaron Federico y el hijo de José, Juan Antonio, hasta hace pocos años, hasta que por diversas razones decidieron cerrar la ollería. Como ya hemos dicho ésta ha sido la última que ha trabajado en todo el País Vasco.
Es de lamentar que entre todos no hayamos sido capaces de evitar este cierre donde podían haberse formado nuevos ceramistas respirando un ambiente de siglos. Se sabe que el genial escultor Jorge Oteiza estuvo aquí estimulándoles, incluso ofreciéndose a enseñar todo lo que fuese preciso, pero no hubo ambiente; ambiente que se enrareció, aún más por una serie de promesas que a todos los alfareros se les hizo para que continuasen, y que no se cumplieron.
Juan Antonio Fernández de Larrinoa sigue trabajando como distribuidor de cerámicas en Narbaja y Agurain, mientras que Federico se trasladó a Gastéiz donde impartió enseñanza de su viejo oficio, del cual fui alumno durante algunos años y de muchos ceramistas que lo "han cogido" con muchas ganas.
En Narbaja, me contó Federico que utilizaban también dos clases de tierra: la roja y la blanca. A 20 cm de la superficie comenzaba la arcilla buena. La tierra roja la extraían de la tejera de Beltrán. La blanca de una tierra junto a la carretera. Las tierras extraídas las dejaban durante todo un año a la intemperie para que se soltaran con las heladas, etc. La extracción de la tierra se efectuaba en el mes de Septiembre.
La preparación del barro en el meses de Abril a Junio. El sistema empleado para el barro era también como el de Galarreta de "coladores" que se encontraban en la carretera de Barría junto al Puente Rojo.
El mercado que tuvieron, fue el mismo que el de Elosu y Agurain, aunque luego fue reduciéndose poco a poco. Primero iban a recoger los pedidos en los comercios y luego los servían. El transporte, al principio, lo hacían mediante galeras tiradas por dos machos, posteriormente por camiones.
Fabricación de azulejos artesanos. La cerámica alavesa
En el año 1912 se transformó la antigua ollería para fabricar azulejos, en serie de distintos tipos y formas, combinando dibujos geométricos con dibujos tradicionales de la vida cotidiana del campo, de sus trabajos y de sus fiestas y romerías.
Los dibujos artísticos fueron diseñados como ya citamos la semana pasada, por Obdulio López de Uralde, que trabajó entre los años 30 y 40 y cuyas obras se ha colocado en numerosas casas, portales, cocinas y baños de Agurain y Vitoria, así como en colegios religiosos, bares y restaurantes.
Realizó grandes murales con motivos diversos como personajes vascos, trabajos tradicionales del campo, fiestas y romerías, así como alegóricos de personajes mitológicos y de la antigüedad.
Los productos cerámicos, azulejos, etc.. se vendían en toda la zona norte, en almacenes de productos de la construcción y en tiendas de plantas y cerámica.
Fabricación de azulejos. La cerámica alavesa
En el año 1912 se transformó la antigua ollería para fabricar azulejos, en serie de distintos tipos y formas, combinando dibujos geométricos con dibujos de la vida cotidiana del campo, de sus trabajos y de sus fiestas y romerías.
La cerámica alavesa de Agurain
Inventario de piezas realizados en la cerámica alavesa
C/ Mayor nº 30 de Agurain
Portal de la vivienda con amplia franja de azulejos en la que se combinan motivos geométricos y vegetales, entre los que aparecen intercalados diferentes personajes tradicionales vascos.
2. C/ Mayor nº 32 de Agurain
Portal y vivienda.
Se trata de la vivienda donde mayor constancia tenemos de la obra realizada en la Cerámica Alavesa de Salvatierra.
Esta casa propiedad en origen de Dimas Ugarte, promotor de la fábrica ha conservado fielmente el legado.
En el Portal de la vivienda se encuentra el mural que representa la romería de San Vítor y en el interior son numerosas las muestras localizadas en paredes, escaleras, puertas, cocina, terraza, pequeña fuente, baños, etc...donde aparecen intercalados los motivos geométricos y naturales con las representaciones de personajes populares, religiosos, animales, etc.
3. Bar José Mari (Restaurante “El Gordo” de Agurain).
Mural de grandes dimensiones, actualmente en paradero desconocido.
4. Bar Paco de Agurain.
Mural representando una partida de mus con personajes vascos.
5. Viviendas de Agurain con imágenes religiosas.
Imagen de la Virgen de Estibaliz.
6. Fábrica de Harinas de Araia.
Derruída recientemente.
7. Antiguo Bar Gautxori (C/ San Prudencio, actualmente Banco Santander).
Obra realizada en 1931 que corresponde a la barra del mostrador del restaurante.
Todo el frente se encuentra decorado con azulejos con motivos vegetales y geométricos con predominio de colores azul, blanco y amarillo. Remata la obra una franja de azulejos que representa a personajes de distintos oficios y personajes tradicionales vascos. Esta actualmente muy deteriorado.
Además de numerosos portales, cocinas, anuncios en las paredes con azulejos, etc., etc.
Obdulio López de Uralde
Pintor alavés nacido en Gasteiz el 5 de Septiembre de 1897 y fallecido el 9 de Julio de 1957. Estudió en la Escuela de Artes y Oficios y después marchó a Madrid. Trabajó con especial atención las figuras propias del País Vasco y particularmente las de Alava. Entre otros figurines hizo algunos de los gigantes de Vitoria y pintó numerosos murales para la Cerámica Alavesa de Salvatierra reproduciendo costumbres populares. Fue un artista excepcional, sobre todo dibujante, sobresalió en esta actividad.
Su obra artística lleva como tema principal Gasteiz y Araba. Fabricó decorados que representaban las costumbres populares y también los gigantes e incluso al mismo Celedón.
BIBLIOGRAFíA Y COLABORADORES
Ibabe, Enrique “Ceramica Popular Vasca”
Galdos Juanjo “Ceramica Alavesa”
Leandro Silván, estudio de la Cerámica Vasca
Familia Alvaro Estornell
Julio Lazurtegui “Geografía General del País Vasco Navarro”
Artiñano, J. “Arte Popular de Vasconia”
Familia Larrinoa Federico Garmendia
Iñaki Beraza
Archivo Municipal de Agurain
Archivo Provincial de Vitoria -
Fotografías:
Archivo Fotográfico de Agurain
Archivo Familia Álvaro Estornell
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(Publicado en "Euskonews")