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JEIKI DANTZA TALDEA
Grupos de danzas de agurain -
"Pueblo que baila nunca muere". Ése fue el lema que los componentes del grupo de danzas Jeiki crearon con ocasión de la celebración del Dantzari Lautada en Dulantzi. Y tenían razón, un pueblo sin danzas es un pueblo que no celebra, que no festeja, que no se expresa, es un pueblo moribundo, si no muerto del todo.
Jeiki Dantza Taldea
Pocas referencias se conservan acerca de las danzas tradicionales de Agurain, a causa de que antiguamente éstas eran de tal importancia que no se esperaba que fuesen perdiendo esa relevancia con el paso del tiempo. Por ello, hoy en día se conserva el nombre de las danzas pero se ignora tanto su coreografía como su música, excepto en la pieza autóctona denominada "Lezea".
En los años 30 del siglo XX y durante la República se dio un impulso a la danza tradicional a través del Batzoki. Se sabe que en el año 1931 había un grupo de danzas en Salvatierra, que bailó en la festividad de San Juan la espata-
En la posguerra se invierte gran esfuerzo en crear nuevos grupos de danzas en todo Euskal Herria. Posteriormente, en los años 60, se recuperan muchos grupos de danzas y gracias a su labor conjunta, se crea el Grupo de Danzas de la Sociedad Deportiva Salvaterrana.
En la década de los 70 se funda el Grupo de Danzas del Ayuntamiento de Salvatierra, compuesto en su totalidad por alumnos del colegio Corazón de María y dirigido por Sor María José Rioja. Esta agrupación participó en diversos concursos y actuaron en muchas fiestas y romerías. En esta época el club de montaña Manu Yanke organizó la concentración de dantzaris de todo Euskal Herria en las fiestas de octubre.
En 1990 se funda el grupo de danzas Jeiki Taldea con un centenar de miembros y apoyo municipal. Con siete grupos, seis infantiles y un grupo joven de neskas trabajó duro para recuperar la pieza autóctona "Lezea".
El año 2002 el grupo de Danzas Vascas Jeiki comenzó una segunda época de su existencia, con ocho niños como integrantes del mismo, hoy, seis años después, son 80 los miembros de Jeiki, distribuidos en cinco grupos por edades, desde los más pequeños de apenas tres años, a los adultos. Jeiki es una asociación privada, aunque está subvencionada por el ayuntamiento de Agurain.
Jeiki ha actuado, además de en las ocasiones festivas de Agurain, en fiestas de los pueblos de Araba, en Nanclares de Oka, en el Dantzari Eguna de Araba, recientemente en Zalduondo, también en el Arabako Dantzari Eguna del año 2008.
En Agurain se ha bailado siempre, pero Jeiki Dantza Taldea vio la luz como grupo en abril de 1997, siendo su presidenta entonces Maitane Ruiz de Arbulo. El impulso inicial se fue apagando hasta que el grupo llegó casi a desaparecer, pero el entusiasmo de unos cuantos y, sobre todo, unas cuantas agurain darras, hizo posible el resurgimiento.
En 2004 volvieron a empezar con tan sólo ocho componentes, y hoy los integrantes de Jeiki Dantza Taldea son 132, distribuidos, por edades, en cinco categorías, desde los más pequeños de apenas tres años, a los adultos.
La actual presidenta de Jeiki Dantza Taldea, Nerea Barquilla, comenta que "en esto de la danza, como en tantas otras cosas, las mujeres parecen tener una sensibilidad mayor que los hombres, lo que se refleja en el hecho de que los chicos sean una minoría" en el grupo. Por ello, ejerciendo como portavoz, expresa su deseo de que "el txupinazo, además de un llamamiento a la fiesta, constituya una llamada para que los chicos se animen a mover el esqueleto al ritmo de las danzas vascas".
Al ritmo de los tiempos Jeiki es una asociación privada, aunque está subvencionada por el Ayuntamiento de Agurain . El Consistorio también colabora poniendo a disposición del grupo de danzas a los músicos de la banda y la escuela de música municipal, así como los locales de ensayo.
Jeiki ha actuado, además de en las ocasiones festivas de Agurain , en fiestas de los pueblos alaveses, en Nanclares de Oka, en el Dantzari Eguna de Araba, en Zalduondo y en el Arabako Dantzari Eguna de 2008. También lo ha hecho en Irun, participando en el Dantzari Eguna de Euskal Herria, y en Dulantzi, en el Dantzari Lautada.
Conjuga danza tradicional y danza moderna, porque no sólo es bueno preservar las tradiciones, sino también dar un espacio a la creación, dando continuidad a nuestra identidad como pueblo. Las danzas vascas, cuando las recopiló Iztueta en el siglo XVIII, no eran las mismas que fueron en el siglo XV, ni pueden ser las mismas las del siglo XXI, al margen del interés de la investigación histórica y etnográfica, porque no son los mismos nuestros modos de vida, nuestras motivaciones ni nuestras expectativas que las de nuestros antepasados.
Por eso no es de extrañar que, sin olvidar las danzas tradicionales, Jeiki Dantza Taldea se haya decidido a explorar el mundo de la danza contemporánea, con un recio sabor autóctono en este caso.
Albert Marinus fue un estudioso del folklore, nacido en Namur (Bélgica) en 1886, que falleció en 1979. Afirmaba que "nada hay inmutable en la tradición", lo cual debería abrir una reflexión entorno al significado de ese concepto que tan manipulado ha sido a su favor y en su contra.
La tradición es el hilo que une el pasado con el futuro, expresándose en el presente, en cada presente, de una manera diferente pero que comunica lo mismo. Es lo que hace que, a través del tiempo, seamos los de siempre, aun que parezcamos distintos.
Decía pues Albert Marinus que nada hay inmutable en la tradición y centrándose en el mundo de las danzas aseveraba que "no es posible decir que una danza haya llegado hasta nosotros sin haber sufrido cambios a lo largo del tiempo". Para él eso era una prueba de que la tradición, como fenómeno social, se encuentra en constante cambio, por lo tanto el folklore se ha ido adaptando a las nuevas circunstancias y a los cambios sociales.
El eximio folklorista vasco Gaizka Barandiaran, sacerdote jesuita, fallecido el año 2006, decía que la danza nació del círculo, que en su origen los danzantes se ordenaban en filas, que se acompañaban con cantos y palmadas, mas tarde llegaron los instrumentos empezando por los de percusión, y que la danza era algo individual, aunque se ejecutase en grupo. Luego vino la danza por parejas.
En los más remotos tiempos, en los que aún no se había inventado la literatura y en los que la música era poco más que ruidos acompasados, ya existía la danza. En el principio los hombres y las mujeres no disponían más que de su cuerpo para expresar sus sentimientos. Por eso la danza es el arte primordial. No se conoce ningún pueblo en el universo que, de una manera u otra, no se exprese a través de la danza, que ilustra siempre sus ceremonias, sus fiestas y sus celebraciones de todo tipo.
Para la danza hacen falta cuerpos y no cuerpos ajenos, sino los propios de los componentes de la comunidad que danza. La danza es consustancial al pueblo y el pueblo es el cuerpo de la danza. Antiguamente la casa de cada uno y la calle, la plaza, eran las escuelas de danza.
No sorprende a nadie la afirmación de que hoy las cosas han cambiado, pero puesto que se admite que la danza es imprescindible para que el pueblo se reconozca a sí mismo, hay que arbitrar las fórmulas para dar continuidad a todo este saber tradicional, pero es preciso admitir que cualquier medida institucional, como por ejemplo introducir la danza en la escuela, sería inútil si no existiese una participación ciudadana.
Ése es el mérito de Jeiki dan-
Por eso el Ayuntamiento de Agurain decidió que fuesen sus representantes quienes prendieran la mecha del cohete que dieron inicio a las fiestas del año 2009.
Textos:
Fernando Sánchez Aranaz
Kepa Ruiz de Eguino
Dantzan.com. Eduki hau lizentzia honen arabera banatzen
Fotos:
Jaso Luki Ruiz de Alegría
Jesús Mari Garagalza
Don Antonio Lafuente
Kepa Ruiz de Eguino
Agurain. org