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ULA o HUHULA
Antiguo monasterio en el que hubo beatas llamadas de San Pedro, por disposición testamentaria de Doña Juana Ibañez de Lequedana, en 13 de Marzo de 1446, las cuales profesaban la regla de Santa Isabel, subsistido hasta 1611, en el que fue creado el convento de las Franciscanas. El edificio de escasas dimensiones, a pesar de los siglos que han transcurrido aún se conserva en buen estado y en la actualidad es un caserío que guardaba en una hornacina construida la imagen de la Virgen a la que se tributaba culto.
El entorno de Agurain o Salvatierra "el llano" que contemplaban los viajeros y peregrinos, era muy distinto al que habían visto los que en el "alto Medievo" transitaron por estos caminos: hasta el año 1256 en el lugar de la actual Salvatierra, se encontraba la aldea de Hagurain, en los siglos XI y XII su población era escasa, tanto que junto con Sallurtegui, despoblado en el bajo Medievo, tributaba al monasterio de San Millán sólo una reja de hierro, correspondiente a diez casas de las dos aldeas.
Por entonces en 1071, aparecía Hagurain como apellido toponímico de García Victoriaz y Munio Victoriaz de Hagurain, que en aquel año actuaban de fiadores de la entrega al monasterio de San Juan de la Peña por Doña Toda Alvarez de Tres "mezquinos" o vasallos adscritos a la tierra, uno de Langarika y dos de Oreitia.
En el año 1086 Gonzalo Garceiz de Agurain salía fiador en la donación al mismo monasterio de San Juan de la Peña, del Monasterio de Iraza y media villa de Elguea, también con "sus mezquinos".
En torno a Hagurain existían las aldeas de Zumalburu, Albizu, Lequedara y Uhula, la más importante, situada al Noroeste de la actual Villa. Zumalburu y Albizu, citadas con Sallurtegui en la carta del obispo Don Jerónimo Aznar en 1257, se encontraban "yermas" ya en 1332.
ULA MAS GRANDE QUE AGURAIN Y SALLURTEGUI JUNTAS
ULa era, según el cómputo de la Reja de San Millán. Uno de los núcleos mejor poblados del entorno; tenía veinte casas pagadoras del tributo al monasterio, las mismas que Zalduondo y dos veces más que Hagurain y Sallurtegui juntas.
En el año 1060 un noble llamado Don Munio había incorporado a San Juan de la Peña el monasterio que había edificado en Ula o Uhula con el beneplácito de los "señores de Álava" seguramente predecesores de los Cofrades de Álava: y en 1085 Don Fortunio, el último obispo con sede en Armentia, renunciaba a sus derechos episcopales sobre Ula a favor del monasterio aragonés.
FUERTE INFLUENCIA NAVARRA EN LA LLANADA ORIENTAL
Estos y otros documentos, relativos a donaciones en esta zona a los monasterios de San Juan de la Peña, Leire e Irache, refuerzan lo que los hallazgos monetarios del túnel de San Adrián nos han permitido vislumbrar: la fuerte influencia navarra sobre la Llanada Oriental de Alava en los tiempos de Sancho el Mayor, de sus hijos, de sus nietos y en los momentos en que Navarra y Aragón estaban unidas en la persona de Sancho el Mayor, de sus hijos, de sus nietos, y en los momentos en que Navarra y Aragón estaban unidas en la persona de Sancho Ramirez y sus sucesores.
Estos hechos políticos hubieron de repercutir en la importancia de la comunicación directa de Álava con Navarra por la antigua calzada romana de Burdeos a Astorga, sobre el camino que, en momentos de prepotencia castellana en Álava a partir del año 1200, uniría a Castilla con la frontera francesa por el túnel de San Adrián.
A partir de 1200 cambia también el panorama de Hagurain y el paisaje humano de su entorno. En el año 1256 Alfonso X el Sabio concedía fuero de población a Salvatierra y en 1258 entregaba a la nueva villa, fundada sobre la aldea de Hagurain, Ula, Sallurtegui, LIgordada o Lequedara, esta aldea despoblada como las anteriores, estuvo situada entre Arrizala, Eguileor y Alangua, donde existen los topónimos de "Lequedacruzte", "Lequedana" "Lequedaostea", en tierras hoy labrantías.
Padura era otra aldea de escasa población citada en el documento de San Millán entre ocariz y Opacua.
Todas desaparecieron como aldeas en el bajo Medievo, lo mismo que las de Zumalburu, Albizua y Paternina, y sus iglesias quedaron convertidas en ermitas.
Y como ermitas contemplaban, en efecto, los viajeros de finales de la Edad Media y los primeros años del siglo XVI las antiguas parroquias de Nuestra Señora de Sallurtegui, Albizua, Zumalburu y Ula y la de San Esteban de Paternina.
Desconocemos cómo serían sus edificios, desaparecidos totalmente a excepción de los de Sallurtegui y ULa. En el que fue iglesia de Sallurtegui quedan fragmentos de un arco románico incrustado en los muros de la vivienda construida en el lugar ocupado por la ermita, de la que también se conservan leves huellas de la cubierta abovedada y del coro, posteriores a los restos medievales.
ERMITA DE NUESTRA SEÑORA DE ULA
En los que fue ermita de Nuestra Señora de Ula, puede contemplarse hoy parte de su fábrica proto-
Todo puede fecharse en el siglo XIII, seguramente antes de 1258, momento en que el rey Alfonso X unía la aldea de Ula a Salvatierra, a al que entregaba también la iglesia de Nuestra Señora de Ula en 1270. Su edificio se conservó en buen estado hasta el siglo XVIII.
Las ermita de Sallurtegui y Albizua aparecen bien documentadas en el siglo XVII y XVIII. La de Zumalburu se demolió en el siglo XVII y la de San esteban de Paternina en la segunda mitad del siglo XVIII.
En uno de los documentos de la Villa se hace constar que la villa tenía cuatro ermitas en su término que eran: La Magdalena, Santa María de Ula, Santa María de Arana y San Jorge, donde había ermitaños sostenidos con heredades que les daba la Villa.
CASERIO Y ERMITA DE ULA O UHULA
Está asentado este antiguo monasterio (hoy caserío de labranza) aproximadamente a 1 km. de distancia al Norte de la Villa de Agurain. Para llegar al lugar la ruta preferente es la carretera que se dirige al pueblo de Zuazo de San Millán con desviación al cercano caserío o desde la Carretera de Gordoa coger el camino que pasa cerca de la Cruz de Bentaberri y se dirige hacia el Alto de la Nevera.
En el contrato con Alfonso X, consta que es una de las aldeas que mediante expresas condiciones le hace donación la Cofradía del Campo de Arriaga, Organo Supremo y soberano de Alava a dicho rey de Castilla el 18 de Agosto de 1258, sin embargo, en el pergamino de la donación de las aldeas de su comarca a esta Villa, por el mencionado Rey se inscribe el nombre de la Aldea de Hudala, hace siglos mortuorio, situada entre los lugares de Zuazo y Luzuriaga.
He introducido esta explicación, porque así resulta comprensible la donación por Sancho IV de Castilla (porque vio Carta de su padre Alfonso X) a Salvatierra del Monasterio de Uhula:
"por juro de heredar para siempre jamás con todos sus heredamientos é con todas sus pertenecías quantas ha é haber debe".
El estado actual de este caserío se halla constituido por la casa de labranza y ganadera. Al este sobresale en el edificio el ábside circular de estilo románico con gruesas paredes en forma de mampostería en la totalidad del edificio revocada y blanqueada y la puerta principal con mocheta de piedra de sillería así como los esquinales.
En la capilla para remate superior en el tejado , se halla la canería de piedra blanca labrada y cubierta de piedra de vuelo del tejado en el mismo estilo. La superficie de la capilla en la parte baja está destinada a cuadra y sobre el techo al pajar sobre el piso introducido
En la parte destinada a vivienda, al fondo del zaguán, la puerta arqueada de sillería para entrada a la que fue la capilla, la cocina, almacén y otras dependencias y en el piso superior de las habitaciones, presididas a la entrada se encontraba la virgen de Nuestra Señora de Hula.
Encima se encuentra el desván. El tejado y demás está construido con madera de roble y cubierto con teja curva, a dos aguas en la casa y circular sobre la capilla.
Al labrar a mayor profundidad de la usual en heredad cercana se ha constatado la existencia de pared sólida, que hace suponer que hubiese en épocas anteriores otros edificios.
La era se encuentra anexa al lado derecho de la fachada de la casa.
Ermitas desaparecidas
Santa María de Ula, Santa María de Sailurtegi y otras.
La ermita de Santa María de Ula, que fue parroquia de la aldea de Ula, fue construida en la primera mitad del siglo XIII. Sobre esta ermita, ejercía patronazgo, Salvatierra, ya que el pueblo de Ula había sido donada por Alfonso X en 1270. En 1446 se ubicaron allí a las beatas franciscanas hasta que pasaron a Agurain. La ermita se mantuvo hasta finales del siglo XVIII.
En 1799 se mando sacar de allí los arcones de grano. La última referencia a esta ermita sobre su situación, es en 1910 por su evidente deterioro. Aunque posteriormente se construyó una vivienda, establo y pajar sobre la misma, que aún existe, se puede contemplar aún la estructura de la iglesia pregótica, que consta de una nave, existiendo en el lateral de la Epístola una ventana románica con arcos semicirculares.
HISTORIA DEL MONASTERIO DE ULA
Se trata de un antiguo monasterio en el que hubo beatas llamadas de San Pedro por disposición testamentaria de Doña Juana garcía Ibáñez de Lequedana, en 13 de Mayo de 1446, las cuales profesaban la regla de Santa Isabel, subsistiendo hasta el año 1611, en que fue creado el convento de las Franciscanas dentro de las murallas de Salvatierra.
El edificio, de escasas dimensiones, a pesar de los siglos que han transcurrido, aún se conserva en buen estado y en la actualidad es un caserío, donde hasta hace unos años se guardó la imagen de Nª Sr. de Ula Uhula ó Huhula.
La ermita se mantuvo en buen estado hasta finales del siglo XVIII, al menos según se recoge en las visitas de 1759 y 1764, ordenándose en 1799 que se saque el grano que se guardaba en ella.
A mediados del siglo XIX, el Ayuntamiento la vende para caserío.
Subsiste la estructura de la Iglesia protogótica , hoy convertida en vivienda establo y pajar. Es de una nave, que debió tener cubierta de madera sobre arcos ligeramente apuntados; abside semicircular con moldura a un tercio de su altura y canecillos; se cubre el ábside, al que se accede por el arco triunfal apuntado, con bóveda de horno.
En el lado de la epístola existe una ventana aún románica con arcos semicirculares y portadita en este mismo lado en arco apuntado simple.
ARCHIVO DE AGURAIN QUERELLAS
Año 1848
Criminal en averiguación de los autores y cómplices del robo de varios efectos de ropa y comestibles perpetrado el día 25 de junio por la tarde en la casa despoblada denominada Ula en que habita Pedro de Murua.
Según declaración del mismo Pedro de Murua había subido con su mujer a pasar la fiesta de San Juan y habiendo regresado a eso de las siete de la tarde encontró que la puerta principal de la casa que la había dejado cerrada con llave estaba sin cerradura alguna echando de menos varios efectos, como "dos pemiles y ocho sartas de chorizos de cerdo; doce sábanas; cuatro almohadas de lienzo casero y dos paños de manos; cinco pañuelos para mujer de diversas clases; una mantilla y diez y ocho varas de lienzo en una pieza".
En la casa robada había un hijo o zagal que pastoreaba el ganado que vio no lejos de la casa un chorizo, pista que motivo se examinaran las inmediaciones de Ula, los habitantes de la fábrica de harinas administrada por D. Fausto Vicuña y a los de alguna otra habitación cercana.
Por otra parte, los alguaciles vigilaron durante las fiestas a quienes iban a divertirse y beber llevando chorizos para merendar; lo mismo hicieron los guardas civiles del destacamento de la Villa.
Alguien dijo que vio pasar a un navarro con capote pardo que residía en el pueblo de Zuazo por la senda que pasa cerca del caserío de Ula.
Los taberneros Santos Ordoñana, Paula López de Guereñu, José Manuel Garagarza y María Ruiz de Eguino no vieron a nadie con chorizos para merendar.
MONASTERIO DE ULA o UHULA
Historia.
Despoblado alavés en término de Salvatierra-
En 1270, Alfonso X de Castilla concedió a Salvatierra el monasterio de Ula con sus pertenencias a cambio de un tributo anual. Esta donación fue confirmada por Fernando IV en 1305, declarando que pertenecían también a Salvatierra los lugares de Langarica, Irazaba y Sorriella, por ser heredamientos de dicho monasterio.
Por otra parte, en 1446, por disposición testamentaria de Juana García Ibáñez de Laquedana, había en este monasterio beatas llamadas de San Pedro. Profesaron la regla de Santa Isabel hasta que en 1611 se creó el convento de Franciscanas. Prestamero la cita en la hermandad de Egilaz.
Quedan restos del monasterio, hoy casa de labor, a orillas del Zadorra, con vestigios de ábside románico y una ventana románica (en el lado de la Epístola), que conserva la antigua imagen de Nuestra Señora de Ula. v. Agurain – Salvatierra.
Nos haremos eco de dos tipos de beatas:
a) las que vivían en comunidad bajo el patrocinio de la villa de Salvatierra en las ermitas de Nuestra Señora de Hula y Nuestra Señora de Arana.
b) las beatas que vivían solas en otras ermitas, tanto intramuros (San Martín) como extramuros (Sallurtegui).
LAS BEATAS DE NUESTRA SEÑORA DE HULA Y NUESTRA SEÑORA DE ARANA
Arabako Agurain hiribilduan XVI. mendea izan zen beata ofizioaren gune gorena. Protokolo notarialek ofizio horretara iristeko baldintzak eta beraren lege estatusa ezagutzeko bidea ematen dute. Era berean, horien bidez emakume haien sendotasuna ezagut dezakegu, batzuetan bizitza eman baitzuten lagun hurkoak zerbitzatzen, bai eta beraien ahuleziak ere, sexu kontutan ez baitzuten beti abstinentzia konpromisoa bete.
Los beaterios fueron una institución muy difundida en Euskal Herria durante el siglo XVI, como lo ha puesto de manifiesto la tesis doctoral de María José Arana y, en muchos casos fueron el embrión de algunos conventos actuales, de cuya evolución son ejemplos el beaterio de Alecha (Álava) cuyas beatas se trasladaron a Alegría-
La respuesta a esta pregunta la hemos encontrado en la ermita de Hula, cuya precisa ubicación nos es conocida gracias a que todavía hoy se conservan algunos vestigios de su fábrica en el actual caserío del mismo nombre.
Se trata de una ermita muy antigua, ya que fue donada por Alfonso X a Salvatierra en 1270 con el nombre de Yhula, donación que confirmó Sancho IV el 28 de abril de 1286. Sin duda, estos antecedentes históricos justifican que se señale a la villa de Salvatierra como patrona de esta ermita, y ella acapare todas las competencias en los asuntos referidos a sus beatas, sin que en ningún caso hagan la más mínima alusión a las autoridades eclesiásticas.
Este silencio pudo deberse a que durante el siglo XVI hubo un vacío legal que subsanó el obispo Pedro Manso de Zúñiga (1593-
"Que en las hermitas ni casas cerca de las yglesias no pueda aver mas de una "sorora" o frayla y que hedad ha de tener y qual ha de ser su oficio".
Pero, en cualquier caso, Salvatierra se podía sustraer a lo decretado, porque a esta villa no podían entrar visitadores (por aquí no pasó ni el mismísimo licenciado Gil), privilegio que renovó al ganar un pleito sobre este asunto en 1619.
En esta ermita residía una comunidad de beatas, en la que se podía integrar cualquier candidata que solicitara el ingreso a la Justicia y Regimiento de la Villa, que reunido en sesión plenaria, estudiaba la solicitud antes de que un escribano allí presente levantara la correspondiente acta de la reunión con las cláusulas de obligado cumplimiento por parte de la candidata, sin que hayamos localizado ningún caso en que una candidata fuera rechazada.
En la admisión contaba el testimonio favorable de la persona que la avalaba ante los miembros de Concejo. El ejemplo más claro que hemos podido consultar corresponde a Juan García de Zuazo quien, al presentar a su criada como candidata, destaca de ella los motivos de su idoneidad en una solicitud llena de muestras de respeto hacia sus interlocutores:
«Juan Garçía de Çuaçu, el mayor en días, vecino de esta villa de Salvatierra,servidor de vuestras mercedes que sus manos besa, dize que como a vuestrasmercedes consta y tienen entendido, tiene una criada que se llama Madalena de Adana, la qual tiene deseo de servir a Dios Nuestro Señor y a vuestras mercedes, siendo la boluntad de vuestras mercedes de admitirla en la hermita de Nuestra Señora de Arana, casa de esta dicha villa y de vuestras mercedes, porque ella desea recojerse. Y quando en la dicha casa no hubiere lugar, en la casa donde a vuestras mercedes más les pareciere, que para su recogimiento llebará la dote justa, y vestida su persona, y ropa de cama buena.
Según su facultad suplica a vuestras mercedes pues lo susodicho es serviçio de Dios y ella es sana de su persona y buena xpitana, y leal, y muy trabajadora, que en la parte donde por vuestras mercedes fuere recogida dará todo contento y servirá a vuestras mercedes con toda buena voluntad, lealtad y humildemente, en lo qual vuestras mercedes serbirán a Dios Nuestro Señor y a mí arán muy particular merced y a ella buena obra, y quedará perpetua oradora por el bien de esta república y salud de vuestras mercedes, cuyas bidas aumente para su servicio para lo cual están.
Joan García de Çuaçu (Rubricado)».
También contaban, y mucho, las influencias que la aspirante tenía entre los miembros del Concejo. Así, después de vista la solicitud de Marina Díaz
Otros padres dispusieron en su testamento la dote necesaria para que sus hijas pudieran acceder a este oficio. Por ejemplo, Catalina Fernández de Vicuña al mostrar sus últimas voluntades el 4 de mayo de 1597, reserva una cláusula para ordenar el pago correspondiente. De esta manera, antes de morir, vio cumplida la promesa (e ilusión particular) de que su hija Marina ingresara de beata en Nuestra Señora de Hula:
«Yten, declaro que a my me tienen ofrecido deudos y parientes que darán horden de que con sólo dar yo la ropa blanca que sea costumbre, entrarán por beata a mi hija Marina en la debota casa de Nuestra Señora de Hula cuyo patrón es esta villa, con la manda de las diez fanegas de trigo que a cada una de mis hijas mandó mi tío Diego Martínez de Oquerruri, difunto. Es mi boluntad que siendo así, la dé la dicha Marina, mi hija, entre por religiosa en la dicha casa de Nuestra Señora de Hula».
También se dieron casos en los que las aspirantes a beatas se acogían a una dote testamentaria de personas con quienes no tenían ningún vínculo familiar.
Esta fue la vía de acceso que condujo a María Musitu a sus 25 años hasta la comunidad de Nuestra Señora Hula, ya que pudo acogerse a la dote que el hermano de un cura llamado Sebastián Martínez de Oquerruri había reservado para una beata, como forma de sufragar las obras que se estaban realizando:
«mandó para la dicha dote veinte mil maravedís dados y pagados para ayuda y reparo de hazer la hobra que está començada ha hazer en la dicha casa».
La aceptación se completaba con un rito de entrada en la ermita, que consistía en la imposición de una toca que denotaba su nuevo estado y su pertenencia a su comunidad, caso de la repetida Marina a quien «la pusieron el belo acostumbrado en la dicha casa y con ella recibieron y admitieron por tal beata en la dicha casa».
1.2. ¿En qué condiciones permanecían en sus comunidades estas beatas?
La siguiente cuestión interesante, ya que la aceptación se realizaba mediante protocolo notarial, es en qué condiciones legales permanecían estas beatas en sus respectivas ermitas. El protocolo redactado con motivo de la entrada de Marina Díaz de Santa Cruz como beata en Nuestra Señora
de Hula señala que ella permanecería en las mismas condiciones que las demás, es decir, como «beata mera, lega y libre», un status legal ciertamente singular:
«Dixieron que Marina Díaz de Santa Cruz, hija de Pedro Díaz de Santa Cruz difunto, que presente estava, abía parecido por su petición y pedimiento ante lam Justicia y Regimiento, pidiendo por merced, fuesen servidos de la admitir y recibir por sierba de Dios y de la vendita su madre en la dicha devota casa por beata mera, lega y libre, como heran las demás beatas que avía y abía avido en la dicha devota casa, y llebaría a ella consigo veinte ducados y sus vestidos y ropas de cama».
Este status no eximía a la interesada de dos compromisos. El primero, de obediencia, pero no tanto a la «beata por mayora» o «madre bicaria» que estaba al frente de la comunidad, como a la propia Villa, por su condición de patrona de la ermita en la que ingresaba. Esta obediencia se entendía como muestra de servicio de Dios y a la Virgen, tal y como se le recuerda a la propia Marina Díaz de Santa Cruz:
«Y le encargaron y mandaron aya de ser sujeta y obediente a la dicha Villa, Concejo y Justicia y Regimiento de ella, su patrón, y a la beata por mayora que estava dedicada y puesta por la dicha Villa, Concejo y Justicia de ella en la dicha casa que de presente en ella avía y adelante hubiese para que devaxo de la dicha obediencia, sirba a Dios Nuestro Señor y a Nuestra Señora y lo que fuese obligada de hazer en la dicha casa en su servicio».
Como prueba de obediencia la recién llegada debía aceptar la posibilidad de que la Villa le ordenase que se mudara otra ermita distinta a la de su ingreso:
«Y de hazer y cumplir lo que por la dicha Villa, Conçejo, Justicia y Regimiento de ella le fuere hordenado y mandado, así en el dicha casa como quando de ella se la quisieren mudar [a] alguna o algunas de las otras casas semejantes que la dicha Villa tenía, como asta agora lo abían hecho».
El segundo requisito era ser virgen y mostrar su voluntad de mantener su virginidad mientras fuera beata, tal y como se le exige a la citada aspirante:
«guardando su flor y onestidad». Para que esto se cumpliera, la Villa tomaba la dote entregada como garantía de su cumplimiento, ya que mantener relaciones sexuales implicaba la pérdida de la dote y su salida de la ermita, como se le insiste en otra cláusula:
«Y que guardará su linpieza y onrra de su cuerpo, y quando no lo hiziere desde luego da por perdido y quiere que sean de la dicha Villa, Justicia y Regimiento, sólo pueda sacar y pedir los vestidos de su persona y no otra cosa alguna en castigo de su pecado».
En este sentido hay que entender que alguna aspirante, como Marina Fernández de Lecea, al presentar su candidatura el 26 de julio de 1597,en Hula. Una de ellas se dedicó al cuidado del antes citado Joan, abad de Zuazo, según la gratificación que recibió de su cabezalero en virtud de su testamento del 8 de febrero de 1588:
«Yten, le pagué a la beata de Ula por el trabajo que tomó en servirle a my señor en su enfermedad seys reales».
A finales del siglo XVI muchas beatas vivían en la pobreza, a juzgar por los donativos de algunos bienhechores que las socorrieron económicamente, precisamente porque reconocieron y valoraron su pobreza. Es el caso de los curas cabezaleros de un clérigo llamado Galaz López de Luzuriaga, quienes el 2 de junio de 1591 reparten diversas limosnas «a las personas siguientes, a cada una de ellas por ser pobres y necesitadas», según se lee en el encabezamiento de sus donaciones, cuyo desglose nos sirve para conocer la nómina de beatas y las ermitas donde ejercían este oficio en el ocaso del siglo:
Vasconia. 35, 2006, 33-
«Yten, les dieron a las veatas de Nuestra S
»Yten, les dieron a las beatas de Nuestra Señora de Arana otros quatro reales. Los recibió María, beata.
»Yten, le dieron a Domingo santero de la hermita del señor San Jorge de esta villa seis reales.
»Yten, le dieron a María beata beata (sic) en la hermita de la Magdalena de esta villa para azeite para la dicha hermita quatro reales.
«Yten, le dieron a Helvira beata en la hermita de señor San Martín de esta dicha villa para alumbraria de la dicha hermita quatro reales».
CONCLUSIONES
Dos tipos de beatas ejercieron su oficio en la villa de Salvatierra-
La villa de Salvatierra acaparaba todas las competencias sobre las beatas que vivían en comunidad a las que califica de «meras, legas y libres»:
Idoneidad de la candidata, fijación de la dote de ingreso, imposición del compromiso de obediencia a la Villa y virginidad, movilidad entre las ermitas y los motivos de expulsión.
Las demás beatas vivían solas, se dedicaban al cuidado de las ermitas, y al ofrecimiento de oraciones de quien se las encargaban a cambio de una limosna especial a la que dio su vida atendiendo a los apestados en 1564.
APÉNDICE DOCUMENTAL
22, septiembre, 1593. Salvatierra (Álava)
Entrada como beata de la ermita Nuestra Señora de Hula de Magdalena Martínez de Adana.
AHPA. Escribano Martín de San Román, protocolo 5319, folios 186-
(Folio 186) En la leal villa de Salbatierra de Álaba a beynte y dos días del mes de septiembre del anno de nasimiento de Nuestro Señor Xpto de mill y quinientos y nobenta y tres annos, estando juntos [la] Justicia y Regimiento de la dicha villa es a saber, Prudençio Garçía de Çuaço alcalde hordinario en la dicha villa y tierra, Bartolo Díaz de Santa Cruz, Diego Garçía de Çuaço regidores de la dicha villa y su tierra, Francisco Sáez de Helorduy diputado teniente de regidor, Lucas Díaz de Santa Cruz, Hernando Ochoa de Chinchetru, Joan Ramos de Estúñiga deputados del Regimiento de la dicha villa.
En presençia y por testimonio de mí, Martín López de San Román scrivano real del número y ayuntamiento de la dicha villa y testigos en fin scriptos. Y dixeron que por quanto por facultad y comisión que la dicha villa y común Conçejo de ella tenían de pedimiento de Juan Garçía de Çuaço mayor en días, vezino de la dicha villa en nombre de Madalena Martínez de Adana su criada, hija de Pedro Martínez de Adana y Mari López de Açilu vecinos de Adana para resçebir en una de las casas y hermitas que esta dicha villa tiene estramuros de ella por beata merelega (sic) a la dicha Madalena con la dote que a sus mercedes bien bisto les fuese como más largamente constaba del dicho pedimento y facultad que pasó por testimonio de mí el scribano del qual usando, dixeron que entre sis (tachado) conferido abían allado que por agora fuese rescebida y admitida la dicha Madalena de Adana en la casa y hermita de Nuestra Señora de Ula y obiese de llevar quarenta ducados luego pagados, y sus bestidos, y ropa y axuar. Y así la dicha Madalena de Adana que a lo susodicho se alla presente açeptó la merced que se le hazía en admitirla en la dicha casa y hermita.
Y así en cumplimiento de lo de suso la dicha Madalena de Adana entregó los dichos quarenta ducados en dos scudos de horo, y lo demás restante en reales de plata y moneda de bellón a Joan Díaz de Santa Cruz procurador general susodicho en nombre y para la dicha villa. Y más entregó la ropa siguiente:
Primeramente una manta de lana blanca nueba que llaman soryal (sic) para sobre la paja de cama.
Yten, un plumión de pluma nuevo de liençona. También cuidaron enfermos, con mención especial a la que dio su vida atendiendo a los apestados en 1564.
APÉNDICE DOCUMENTAL
22, septiembre, 1593. Salvatierra (Álava)
Entrada como beata de la ermita Nuestra Señora de Hula de Magdalena Martínez de Adana.
AHPA. Escribano Martín de San Román, protocolo 5319, folios 186-
46. AHPA. Escribano Juan Pérez de Guevara, protocolo 5283, f. 238.
Arza Alday, Florencio: El oficio de beata en Salvatierra-
46 Vasconia. 35, 2006, 33-
Es a saber, Prudençio Garçía de Çuaço alcalde hordinario en la dicha villa y tierra, Bartolo Díaz de Santa Cruz, Diego Garçía de Çuaço regidores de la dicha villa y su tierra, Francisco Sáez de Helorduy diputado teniente de regidor, Lucas Díaz de Santa Cruz, Hernando Ochoa de Chinchetru, Joan Ramos de Estúñiga deputados del Regimiento de la dicha villa.
En presençia y por testimonio de mí, Martín López de San Román scrivano real del número y ayuntamiento de la dicha villa y testigos en fin scriptos. Y dixeron que por quanto por facultad y comisión que la dicha villa y común Conçejo de ella tenían de pedimiento de Juan Garçía de Çuaço mayor en días, vezino de la dicha villa en nombre de Madalena Martínez de Adana su criada, hija de Pedro Martínez de Adana y Mari López de Açilu vecinos de Adana para resçebir en una de las casas y hermitas que esta dicha villa tiene estramuros de ella por beata merelega (sic) a la dicha Madalena con la dote que a sus mercedes bien bisto les fuese como más largamente constaba del dicho pedimento y facultad que pasó por testimonio de mí el scribano del qual usando, dixeron que entre sis (tachado) conferido abían allado que por agora fuese rescebida y admitida la dicha Madalena de Adana en la casa y hermita de Nuestra Señora de Ula y obiese de llevar quarenta ducados luego pagados, y sus bestidos, y ropa y axuar.
Y así la dicha Madalena de Adana que a lo susodicho se alla presente açeptó la merced que se le hazía en admitirla en la dicha casa y hermita.
Y así en cumplimiento de lo de suso la dicha Madalena de Adana entregó los dichos quarenta ducados en dos scudos de horo, y lo demás restante en reales de plata y moneda de bellón a Joan Díaz de Santa Cruz procurador general susodicho en nombre y para la dicha villa. Y más entregó la ropa siguiente:
Primeramente una manta de lana blanca nueba que llaman soryal (sic) para sobre la paja de cama.
Yten, un plumión de pluma nuevo de lienço, etc…
Florencio Arza Alday : El oficio de beata en Salvatierra-
PLEITOS CON LANGARIKA
El pueblo de Langarica pleiteó con el concejo de Salvatierra por la posesión del "mortuorio" más importante entre los próximos a Langarica, el de San Quílez, San Quilis o San Gilis, pueblo desaparecido, en 1308, cuando fue entregado a Salvatierra como anexo a la iglesia monasterial de Ula y la ermita de San Jorge para que, con sus frutos, atendiese la villa a la reparación de las murallas.
DONACION DEL MONASTERIO DE ULA A LA VILLA DE SALVATIERRA
1.270, Noviembre 2, Vitoria
Carta abierta de Alfonso X por la que dona a Salvatierra el monasterio de Ula
a.-
Buena conservación
A.M.S. Caja nº 296 Doc. nº 8
1.286, Abril 28, Burgos.
Carta de privilegio y confirmación del rey Sancho IV de la donación otorgada por Alfonso X a Salvatierra del monasterio de Ula en 1270
a.-
A.M.S. Caja nº 1. Doc. nº 4.
Contiene copia del siglo XVIII en 2 folios de papel.
Public. por LANDAZURI Y ROMARATE, J.J. Suplemento... ob. cit. págs. 354-
Sepan quantos esta carta vieren e oyeren commo yo Don Sancho por la gracia de Dios Rey de Castilla, / de Toledo, de Leon, de Gallisia, de Sevilla, de Cordova, de Murçia, de Jahen e del Algarve vi / carta del rey don Alffonsso, mio padre, que Dios perdone, seellada con su seello de cera colgado, fecha en / esta guysa: don Alffonsso por la gracia de Dios Rey de Castilla, de Toledo, de Leon, de Gallisia, de / Sevilla, de Cordova, de Murçia, de Jahen e del Algarbe, por faser bien e merced al conçejo de Salva5 / tierra e por que se pueble meior el logar, doles el mio monesterio de Yhula, por juro de heredat para / sienpre jamás, con todos sus heredamentos e con todas sus pertenençias, quantas a e aver deve, en tal manera / que el conçejo de Salvatierra me den cada anno, para ayuda de çercar la villa, seysçientos maravedis / fasta que sea çercada.
Et otrossi que me den cada anno por la renda del monasterio e dela villa, quatro / çientos maravedis fasta quanto tienpo yo toviere por bien. Et de que la puebla fuere fecha que me acrescan en la10 / renda asi commo entendiere yo que es guisado. Et por que esto sea firme e non venga en dubda diles en/ de esta mi carta abierta seellada con mio seello. Dada en Vitoria dos dias de Noviembre era de mill / e trezientos ocho annos.
Maestre Gonçalvo, notario del rey, arcediano de Toledo, la mando faser por mandado del rey./ Pedro Martines la escrivio. Et el conçejo de Salvatierra pidieron me merced que les confirmase esta carta. Et yo sobre / dicho rey don Sancho, por les faser bien e merçed conffirmogela e mando que vala en todo segunt que en15 / ella dice et defiendo firmementre que nenguno non sea osado deles passar contra ella nin degela mingu/ar en ningua cosa, ca qualquier que lo fisiesse pecharme en pena çient maravedis dela moneda nueva e a ellos o a / quien su voz toviesse todo el danno doblado. Et de esto les mande dar esta mi carta sellada con mio seello de / çera colgado. Dada en Burgos
veynte e ocho dias de abril era de mil CCC e veinte quatro annos, Yo Roy Mertines capiscol de Toledo la fis escrevir por mandado del rey.
1.286, Abril 28, Burgos.
Carta de privilegio y confirmación del rey Sancho IV de la donación otorgada por Alfonso X a Salvatierra del monasterio de Ula en 1270
a.-
Documento correspondiente al nº 7
Contiene copia del s. XVIII en dos folios
A.M.S. Caja nº 1 Doc. nº 6
1.305, Diciembre 13, Valladolid.
Carta de privilegio y confirmación de Fernando IV de la donación hecha a
Salvatierra del Monasterio de Ula en el año 1.270 por Alfonso X.
Donación confirmada en 1.286 por Sancho IV. En esta confirmación de Fernando IV se declaran los monasterios de Langarica, Yrazaba y Soriella pertenecientes al monasterio de Ula.
a.-
A.M.S. Caja nº 2 Doc. nº 5
b.-
A.M.S. Caja nº 2 Doc. nº 3.2
Sepan quantos esta carta vieren commo yo Don Ferrando por la gracia de Dios Rey de Castiella, de Toledo, de Leon, de Gallizia, de Sevilla, de Cordova, de Murçia, de Iahen, del Algarbe e / Sennor de Molina vi una carta de cuero del Rey don Sancho mio padre que Dios perdone seellada con su seello de çera colgado fecha en esta guisa:
Sepan quantos esta carta / vieren commo yo Don Sancho por la gracia de Dios Rey de Castiella, de Toledo, de Leon, de Gallisia, de Sevilla, de Cordova, de Murçia, de Iahen, del Algarbe, vi carta del Rey don Alfon/so mio padre que Dios perdone seellada con su seello de çera colgado fecha en esta guisa:
Don Alfonso por la gracia de Dios Rey de Castiella, de Toledo, de Leon, de
Gallisia, de Se/villa, de Cordova, de Murçia, de Iahen, del Algarbe por faser bien e merçed al conçeio de Salvatierra e porque se pueble meior el logar doles el mio monesterio de Uhula por juro de heredat 5/ para sienpre iamas con todos sus heredamientos e con todas sus pertençias quantas a e aver deve en tal manera que el conçeio de Salvatierra que me den cada anno para ayuda / de çercar la villa seyçientos maravedis fasta que sea çercada.
E otrosi que me den cada anno por la renda del monesterio e de la villa quatroçientos maravedis fasta quanto tienpo yo to/viere por bien. E de que la puebla fuer fecha que me acrescan en la renda asi commo entendiere yo que es guisado. E porque esto sea firme e non venga en dubda diles ende diles ende (sic) esta mi carta abierta e seellada con mio seello. Dada en Bitoria dos dias de Novienbre era de mill e tresientos e ocho annos. Maestre Gonçalo Notario del Rey, arçe/diano de Toledo la mando faser por mandado del Rey e Pedro Martines la escrivio. E el conçeio de Salvatierra pidieron me merçed que les confirmase esta carta. E yo sobredicho Rey don 10/ Sancho por les faser bien e merçed confirmogela e mando que vala en todo asi commo valio en tienpo del Rey mio padre e defiendo firmemiente que ninguno non sea osado deles pa/sar contra ella nin de gela menguar en ninguna cosa, ca qual quier que lo fiçiese pechar me ya en pena çient maravedis de la moneda nueva a ellos o a quien su vos toviese todo el / danno doblado. E desto les mande dar esta mi carta seellada con mio seello de çera colgado.
Dada en Burgos XXVIII dias de Abril era de mill e CCC e XXIIII annos / Yo Ruy Martines Capiscol de la yglesia de Toledo la fis escrivir por mandado del Rey. Ferrant Peres. Iohan Peres. Pedro Martines. Garcia Peres.
E agora porque el conçeio de Salvatierra me enbiaron / pedir por merçed que les confirmase esta carta yo el sobredicho Rey don Ferrando por les faser bien e merçed tovelo por bien e confirmogela e mando que les vala e sea guardada 15/ en todo segunt que ella dise. E otrosi porque el conçeio de Salvatierra me enbiaron desir que los monesterios de Langarica e de Yraçaba e de Soriella son heredamientos e pertençias / del dicho monesterio de Uhula e que ay algunos que ge los engargan e que los contrallan porque estos logares non fueron nonbrados en la carta sobredicha que el Rey don Alfonso mio a/vuelo les dio en esta rason, seyendo estos logares sus pertenençias e recudiendo sienpre con los derechos destos logares sobre dichos al dicho monesterio de Uhula / esto non tengo yo por bien que por esta rason ningunos les enbarguen los heredamientos que perteneçen al dicho monesterio. E defiendo firmemiente que ninguno non / sea osado deles yr nin deles pasar contra esto que sobredicho es en ningun tiempo por ninguna manera si no qual quier o quales quier que les contra ello pasaren pechar me yan la pena so20 /bredicha e al conçeio de Salvatierra o a quien su vos toviese todos los dannos e menoscabos que por ende reçebiesen doblados. E sobresto mando a qual quier que sea sennor de la co / fradia de Alava e a los merinos que por mi o por el andudieren en esta tierra o a qual quier dellos que esta mi carta fuere mostrada que non consientan a ninguno que les pasen en ningu/na cosa contra la dicha carta que el Rey don Alfonso mio avuelo les dio e les confirmara el Rey don Sancho mio padre commo dicho es. Si alguno o algunos les pasaren contra / ella que los preyndren por la pena de los çient maravedis e la guarden para faser della lo que yo mandar e non fagan ende al so esta misma pena. E desto les mande dar / esta mi carta seellada con mio seello de plomo.
Dada en Valladolit XVI dias de Disienbre erra de mill e CCC e XLIII annos. Yo
Diego Peres de Bitoria la fis25 / escrivir por mandado del Rey./
TOPONIMIA HULA
HUHULA -
Despoblado cerca de la Villa de Salvatierra.-
HULA, eras de -
Heredad en las ERAS DE HULA, una huerta extramuros en las eras que llaman de HULA y parroquia de SAN JORGE, (AHPA), del año 1818, protocolo 9926, doc. 12340, E. Abad. Lucio M. Folio 97.
HULA, CABO EL NOGAL DE -
Heredad CABO EL NOGAL DE HULA, teniente al río caudal y al camino carretil que van a Çuaço, AHPA del año 1587, protoc. 5482, doc. 12990, escrib. Sebastián Arana, folio 75.
HULA, ERAS DE (Agurain) -
Heredad en las ERAS DE HULA, AHPA del año 1576, protoc. 5232, doc. 12723, escrib. Sebastián Arana, folio 192.
ULA
Monasterio y ermita de ULA o UHULA
De donde proviene el nombre de Ula, Enrique Knörr, comenzaba una disertación sobre la toponimia de Agurain con un nombre misterioso, así lo clasificaba: UHULA (año 1025), después ULA (siglo XIII) .
Hay testimonios de YULA por efecto de contextos como de ULA, de donde YULA, evitando el hiato.
Es el caso que le levó a explicar el río Ayuda. Es Uda, como se llamaba Treviño, luego se decía Treviño de Uda, después Treviño de Ayuda y finalmente Ayuda.
Monasterio de ULA
Consta la existencia desde el siglo IX de un obispado en su suelo que estaría situado en Armentia. Este obispado desapareció a la muerte de Fortunio en el siglo XI, tal vez como consecuencia de la introducción de la nueva liturgia que habría de hallar en Álava, como en otros lugares, una cierta resistencia, o quizá como fruto de la tendencia general a favorecer la restauración de antiguos obispa-
Sin centros monásticos relevantes en su suelo tampoco, sus enclaves religiosos parecen haber sido progresivamente sujetos a la dependencia de monasterios riojanos como Nájera o San Millán de la Cogolla, navarros, como Irache, o aún aragoneses, como el poderoso monasterio de San Juan de la Peña. 27
En lo que se refiere a Álava los monasterios de San Millán y Nájera, junto a San Juan de la Peña deben haber ejercido una intensa influencia. En 1060 el monasterio de Ula (Álava) se anexiona a San Juan de la Peña, en 1062 Santa Engracia (Álava) a Irache, en 1075 Santiago de Langreiz a San Millán. En 1114 monasterio de Santa Cecilia y San Clemente de Obaldia (hoy Madaria) son cedidos a San Millán. En 1192 Alfonso VIII otorga San Clemente de Arbileta (próximo a Orduña) a San Millán Asa en la Rioja Alavesa fue priorato de Nájera hasta mediados del siglo XI. Por otra parte, la influencia del monasterio de Oña se deja sentir especialmente en las Encartaciones. San Millán en Vizcaya, y en Guipúzcoa, Leyre y San Juan de la Peña.
PORTAL DE ULA
El portal de Ula y el de la Madura que se encuentra al otro lado son los que mejor nos enseñan lo que queda de la muralla de Agurain. El nombre de Ula proviene del despoblado que se encuentra al noroeste del pueblo, cerca de una explotación agrícola y del caserío de Ula de hoy día. También se encuentra la ermita de la virgen de Ula.
Al convertirse en villa, Agurain recibió dos concesiones: el mercado que desde entonces se ha venido celebrando los martes y la muralla. La primera mención a esta última es a los tres años de recibir el título de villa, al exentar a los vecinos de Agurain de pagar impuestos para facilitar que se termine la obra de la muralla. Al hacerla obligada por Castilla es probable que fuera construida por arabes, al utilizar ese reino a menudo mano de obra musulmana.
Es muy probable también que la muralla tuviera un foso lleno de agua rodeándola, tal y como se desprende de la investigación histórica y arqueológica de 1993 del grupo Ondare. Sin embargo, no hay ninguna referencia documental salvo el testimonio de un visitante de 1592.
El que tampoco se mencione en los documentos oficiales de las numerosas reparaciones nos lleva a pensar que fuera un foso natural cruzado por los arroyos naturales.
La muralla tiene una longitud de 1.500 metros y una anchura de dos. Cada 30 metros más o menos cuenta con un gran cubo de defensa (bastante visible en el Portal de Andraiturri). En una época estos cubos estuvieron rematados de almenas, y por la parte superior de la muralla discurría el paseo de ronda, actualmente solo se conserva en las dos iglesias.
Una vez terminadas las disputas entre Navarra y Castilla la muralla perdió su valor defensivo y fue empeorando y sometido a diversas remodelaciones. En el siglo XIX fue bastante perjudicial al perder varios metros de sillería para la defensa del castillo de Gebara.
Junto a este portal de Ula se encuentran los espacios para la práctica de los herri kirolak (deportes rurales): el frontón de pelota, la bolera, y el arrastre de piedra. Por desgracia, la antigua bolera fue derribada y la actual se encuentra fuera del casco histórico. La antigua se ubicaba pegante a la muralla, en el portal de Andraiturri.
El juego de bolos ha sido siempre muy popular y tradicional en Araba, y existen datos de su práctica desde los siglos XV y XVI. En casi todos los pueblos existe una bolera. En el juego de bolos alavés, la bola debe cruzar un largo tablón sin salirse de él para derribar los bolos. A pesar de haber distintas modalidades por cada zona, el más popular es el juego alavés o el juego de la palma de cuatro, también conocido como de la Llanada.
En cuanto al frontón, ha tenido dos ubicaciones. En antiguo se encontraba junto a la iglesia de Santa María y se construyó sobre 1715.
El actual está en la puerta de Ula y es de 1842. Se le llama "frontón viejo" desde que se inaugurara el del polideportivo Lezao.