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Sebastián Iradier Salaberri
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Iradier, a sus 18 años en el año 1827, opositó a la plaza de organista de la Iglesia de San Juan Bautista de Salvateirra de Alava, que ganó. El párroco de la Iglesia le llamó la atención sobre su afición a las juergas y a las mujeres que le llevaban al absentismo laboral con bastante frecuencia.
Sus ideas liberales y su ansia de nuevos horizontes lo trasladaron a Madrid donde estudió composición con Saldoni, siendo primer maestro de solfeo en el Conservatorio y vice-
Por su espíritu licencioso y aventurero posiblemente Iradier viajó a Cuba como la mayoría de los músicos de la época, en busca de inspiración y nuevos horizontes creativos. La Enciclopedia Oxford fecha la obra el "Arreglito" en 1840 precisamente cuando Iradier ya estaba en Madrid.
La letra de "El Arreglito" es ejemplar más notorio de que para Iradier sus composiciones eran Danzas ya que en ella se incluye la siguiente estrofa: "...y enamorados, sin abusar, una dancita, vamos a bailar...". Curiosamente la partitura la define Iradier como Canción Habanera.
En la capital de España se hizo muy popular entre un grupo de contertulios como Espronceda, Fernández de los Rios, y Campoamor. Frecuentaba el Palacio de la Condesa de Montijo y fue maestro de piano y canto de sus hijas Francisca y Eugenia, ésta última la futura emperatriz de los franceses.
Publicó un Album Filarmónico con dibujos de Jenaro Pérez Villamil, que reunía seis canciones suyas con letras de Juan Peral, dos de Campoamor y una de garcía Gutierrez, más de cinco valses.
Se trasladó a Paris en 1851 siendo profesor de canto de la Emperatriz Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III. Hizo amistad con Luis Viardot, director del Teatro de los Italianos, Lola Montes, el barítono Ronconi y con Prospero Merimé, al que había conocido en sus tertulias madrileñas. Las más famosas bailarinas de Paris de mediados del siglo XIX, como Carlota Crisi y la Cerrito, solicitaron al compositor vasco boleros, fandangos y cachucas para sus repertorios.
Emilio López de Saa contaba que la tiple Marietta Alboni, discípula predilecta de Rossini, mujer muy corpulenta de aspecto varoníl, le propuso trasladarse con su compañía de ópera a Estados Unidos para dirigir la orquesta y tocar el piano, como maestro concertante, ya que el vasco era un extraordinario improvisador en el piano, el órgano y la guitarra. El triunfo de Iradier fue enorme. Los americanos estaban entusiasmados con este compositor maestro de la Emperatriz Eugenia.
Bibliografia:
Dionisio Preciado -
Pio Baroja -
Venancio del Val -
Fortunato Grandes -
Kepa Ruiz de Eguino -
El Órgano de la Iglesia de San Juan
El actual órgano de la Iglesia de San Juan fue construido por Juan Montorius en el año 1809.
Composición del órgano de San Juan según el estudio de José Santos de la Iglesia:
Consola exenta